jueves, noviembre 30, 2006

Ignacio García: Cuando contar bastaba


Cuando contar bastaba
Por Ignacio García

El foxismo demencial y ahora senil (o juntos y al revés), nunca supo contar. Más de una vez las sumas que el ex – presidente (desde hace ya como seis meses) daba a la nación, tuvieron que ser corregidas al otro día, ya sea por sus deshace-sores políticos o por su boca postiza llamada voz-cero presidencial. Fox llegó a citar cifras inverosímiles: como aquella de que la pobreza extrema en el país había bajado del 51% a “sólo” el 37%; y a equivocarse en el monto de reservas tanto petroleras como del Banco de México. Jamás supo contar y, cuando pudo, restó-sumando; claro, siempre a favor de los más poderosos.

Acabado su sexenio (en tiempo y estrategia política) el resultado de aquella ignorancia a la hora de contar mintiendo, se convirtió en desprecio por la vida humana. A últimas fechas se ufanaba en decir que “todo en Oaxaca estaba en orden; voy a entregar un país en paz, y sin muertes que lamentar”. Para Fox, los ataúdes, con cadáveres dentro --producto de la agresión de las fuerzas enviadas por él mismo-- no contaban. Para las conciencias neo-liberales, cuya traducción de la existencia se restringe a la ganancia y la explotación de muchos para el beneficio de pocos, lo individual no cuenta: pueden morirse cien pelagatos, si esto beneficia, por ejemplo, a sólo dos prominentes empresarios amigos de la elite Fox.

Obsesionado porque las cuentas le resultaran siempre a su favor, la compulsión del restar-sumando llevó a Fox a la idea de bajarse del caballo (todo famélico y degradante) para subir a un jockey que más bien parece charro monta-perros. Para ello, tampoco tomó en cuenta su carácter de presidente de una nación y asumió la de agitador barato de un partido político, y decidió meter las manos, los bigotes y las botas (ya para entonces, creo, usaba mocasines), en el proceso electoral. Como pudo y desde donde pudo (con la impudicia de sentirse el primer mandatario de la nación) se fue con todo en contra de Andrés Manuel López Obrador. La lógica aquella, que hace apenas dos semanas balconeó una televisora americana, ya estaba en curso: “Yo puedo decir y hacer lo que se me venga en gana...Total, ya me voy”

En la metida de uñas sucias y dedos alargados en las elecciones de Julio 2, nadie decía nada. Bueno, sí. Sí hubo voces que denunciaron a su tiempo tan ilegal intervención, pero nadie pareció tener los cojones para detenerlo. El IFE (supuesto garante de la transparencia y legalidad electoral) se hizo el occiso mediante el uso de estratagemas legaloides como: “No se vale que un partido calumnie a un candidato...pero nada prohíbe que lo haga un particular...”. Algunos de los consejeros de ese instituto llegaron incluso a tratar esa intervención presidencial “como una puntada de Fox”.

Bajo este esquema de intervención a lo descarado, lo demás fue fácil para banqueros, grandes empresarios, yunquistas, cristeros, obispos pederastas, quienes comenzaran a formar parte de esa “cargada” bajo el lema: “Si Fox puede, por qué nosotros no”. Fue que se vino entonces la “guerra sucia” en contra de AMLO. Lo más interesante de todo esto resultó ser la ambivalencia con la que el IFE actuó (ya domeñado y con línea de que fuera FECAL el elegido).

En un sistema de los tamaños del IFE, con un dinamismo legal capaz de mutar en ocasiones hasta dos, tres veces en el mismo día, es claro que sus estatutos no pueden mostrar la rigidez que muestran otras leyes menos cambiantes. Los leguleyos del IFE y luego del TRIFE, tuvieron siempre a la mano (bajo el esquema del dinamismo a ultranza del proceso electoral) un instrumento denominado de la “discrecionalidad”. Este factor es uno encaminado a resolver situaciones políticas extremas y de solución a la “de ayer”; a dar solución en medio de la avasalladora dinámica que todo proceso electoral contrae: en otras palabras, si la ley electoral no contempla tal cosa, apliquemos un criterio adecuado. Pero este criterio no es arbitrario, se concibe como la decisión que produzca siempre el “bien mayor” para toda la nación. Pero, por más que los des-consejeros del IFE y TRIFE tomaron cursillos de ello en Europa y USA, jamás los pudieron aplicar en su país...O sí... sí los ejercieron, pero siempre a favor, no del bien mayor, sino para inclinar la balanza a favor del dedazo y maquillar de legítima una elección a todas luces desaseada: es decir, “eliminar al mal mayor” llamado AMLO.

Dos ejemplos bastan. 1) Ante las impugnaciones habidas por lo defectuoso del proceso electoral del 2 de julio, y en el que Fecal resultó “ganador” con sólo el 0.58% de los votos, se le exigió al TRIFE que analizara la conducta intervencionista de Vicente Fox durante las campañas electorales. El Tribunal de marras actuó con una discreción tan deleznable, que hasta hoy se siguen y seguirán pagando los costos de aquella decisión. Se dictaminó entonces: “Sí, efectivamente, tienen razón, no hay duda: el presidente Fox metió las manos en el proceso....pero dicha metida de mano negra no influyó en los resultados finales”.

Y uno se pregunta ¿con qué tipo de matemáticas puede el TRIFE medir si la mano-negra influyó o no en el destino final de los votos? Ya aleccionados por la falange yunquista, los magistrados utilizaron la discrecionalidad relativa de aplicación a la “ley”, en donde si A es igual a B, y B es igual a C...¡No puede ser (por los puros cojones de los magistrados) que A sea igual a C... ¿Cómo? Eso haría que el sistema neo-liberal se pusiera en peligro y se fuera para abajo...Y nadie, ni el TRIFE, lo podía permitir.

2) En cambio, cuando se pidió al mismo Tribunal el recuento casilla por casilla y voto por voto, se hizo uso entonces de la “otra” discrecionalidad. Cuando todo apuntaba (dada la teoría del “bien mayor para la mayoría”) que el recuento limpiaría, transparentaría, daría legitimidad a Fecal, y a la vez dejaría con un palmo de narices a AMLO y sus seguidores... entonces el TRIFE se salió por la tangente; le valió un cacahuate el “bien común”, y decidió (dentro de su discrecionalidad ramplona) que a) la ley no contempla el conteo casilla por casilla y voto por voto; y b) En los documentos de impugnación, el PRD no pidió ese conteo... ¡Pam, pam!

Pero no se trataba de si la ley contemplaba o no ese recuento, o si se les solicitó o no el conteo: la lógica de discrecionalidad en la interpretación de la ley, que apunta (ya se ha dicho) al bien mayor de la nación, debió haber sensibilizado a los leguleyos y optar por el despeje de la duda. El conteo hubiera provocado (en caso de que Calderón de verdad hubiera ganado) un desmoronamiento instantáneo de la resistencia civil, las arengas del Peje y su toma de posesión como legítimo presidente de la República.

No obstante, ese organismo --que tanto costó al país, y cuyos miembros son caja de resonancia de Fox (“Nosotros ya nos vamos...hay quédense con su problema”)--- temió, por intereses creados, a la sensibilidad política, el actuar honesto y el bien de la toda una nación. Son en parte ellos (¡unos garantes de la transparencia!) y por no querer contar cuando se pudo, los culpables indirectos de la polarización que hoy se vive en el país.

Contar hubiera sido muy fácil, los modelos sobraban, la logística superaba a la del mismo IFE. Aun así, algunos mañosos (sabedores del fraude) les pareció un gasto excesivo el nuevo conteo.

Hoy, tendrán que pagar un gasto aún más costoso. Por principio de cuentas, el inútil de Fox ya tendrá para contar a sus nietos toda la bola de mentiras que dijo a un país que lo eligió casi con el corazón en la mano; tendrá tiempo para contar cómo terminó su mandato: que sólo cinco de las seis veces pudo dar su informe presidencial; la otra, tuvo que hacerla de office boy con la consigna: “Entregas y te vas”. Tendrá tiempo para contar que fue repudiado para entrar al Senado y no poder entregar la Medalla Belisario Domínguez; y tendrá tiempo de contar a quienes quieran escucharlo, la forma en que el repudio se volvió vómito contra él, y le cerraron las puertas del Congreso para ser él quien pusiera la banda presidencial a Fecal. En una de sus “puntadas” (más ridiculez que chiste) alguna vez dijo que se retiraría a “escribir” sus memorias ¿Pero, sabe hacerlo?

Las cuentas alegres que hoy hacen Televisa, TV Azteca y diarios y reporteros sanguijuelas de nómina de algunos otros medios pre-pagados por el poder político, equivocan también la contabilidad y suman donde no deben. Hablan de mascaradas en la toma de posesión de AMLO, de resistencias civiles ilegales, de agarrones entre diputados en la Cámara en donde la izquierda es siempre la culpable, de muertos en Oaxaca que se lo ganaron, y de "respeto a las instituciones" que no supieron manejar el asunto como se debía; además de un ambiente tenso que incluye la duda que pone a Fecal en un verdadero brete. Todo lo achacan a los que, dicen, son “malos y violentos” e incomodan a quienes “quieren vivir en paz”. Cuentan y narran mal, porque todo esto se hubiera evitado de haberse ejercido la ley con la sensibilidad adecuada; de haber tenido el valor de contar lo que era contable, y no como ahora, tratar de dar por descontado que Fecal será presidente sin el pago de las facturas debidas.

Se dice que ante la torpeza y sinsabor de su propia función política, cuando Fox llevaba apenas cuatro años en el mandato, comenzó a contar los días que le faltaban para dejar el cargo: salirse a hospedar a un hotel antes de terminar su gestión, da evidencia de lo aquí dicho.
No haber contado cuando se debía, ha de provocar ahora en Fecal el mismo sentimiento: sólo que ahora él apenas se va a sentar, y su cuenta regresiva es, va a ser y será tan agresiva como la que él mismo se la creó.

miércoles, noviembre 29, 2006

Marco Sánchez: ADN, El mensaje Genético


El ADN y la transmisión del mensaje genético
Marco Sánchez

Este blog, multidisciplinario que quiere ser, presenta este artículo interesantísimo sobre la forma en que el ADN transmite sus mensajes, y ha llevado mediante sus códigos, al desciframiento del genoma humano. Para hacer más fácil la lectura del texto, que también contiene ilustraciones, éste se ha convertido en formato PDF.

Usted puede seguir aquí la lectura

Ivonne Moreno: María Teresa
















MARÍA TERESA
Ivonne Moreno Uscanga

Poner el recuerdo en una balanza

es

Precipitarse a un ejercicio copretérito
Bidimensional

es

Revivir instantes, arrostrando el ayer
bordado de estampas sepias

es

echar la mirada atrás, teniendo en boca
una porción de cebada con mezcla de sándalo

es

vestir de anécdotas, el estrepitoso ruido
de las calles de la metrópoli, atrapadas
en viejas y sorpresivas esquinas de teatro

es

de varias formas volver a ti, estar en mí

Margo Glantz: Invisibilidad del cuerpo femenino


En la Colonia el cuerpo femenino
estuvo ''invisible en la literatura''


ANA MONICA RODRIGUEZ
La Jornada, 28 de noviembre, 2006


Sor Juana Inés de la Cruz y la Malinche, son dos de los personajes que confluyen en el reciente volumen de las obras reunidas de la escritora e investigadora Margo Glantz, cuyo hilo conductor en los textos es el cuerpo humano.

El primer tomo Obras reunidas: ensayos sobre literatura colonial editado por el Fondo de Cultura Económica (FCE), que será presentado la noche de este martes en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, propicia a decir de Glantz ''una posibilidad de que uno abarque, con una sola mirada, una trayectoria que puede ser estudiada de manera directa".
La catedrática de la Universidad Nacional Autónoma de México explicó que ese volumen resultó sorpresivo y fascinante, puesto que cuando realizaba la selección de textos ''me pareció que había un hilo conductor que le daba sentido al libro, del cual no me había percatado: el cuerpo de varones y mujeres".

Sobre el cuerpo masculino, dijo Glantz, hablan mucho los cronistas de la época y el cuerpo femenino era descrito ''muy de manera general y púdica", como si el cuerpo estuviera invisible en la escritura.

''Trabajo a Sor Juana Inés a partir del tema autobiográfico y hagiográfico y como es habitual en mis trabajos persiste el tema del cuerpo, por ello creo que la poeta y el cuerpo es imposible desligarlos."

Es decir, este primer volumen parte de las crónicas indianas donde la figura de la mujer como narradora y receptora empieza a adquirir forma pasando por el importante papel que desempeña el lenguaje en la consumación de la conquista hasta llegar a la poeta, figura central de los estudios de Glantz.

Al respecto, la autora explicó: ''Las primeras crónicas de la conquista destacan a otras mujeres, tal es el caso de la Malinche, quien trabajó a partir de una parte de su cuerpo, que es la lengua y es casi la única mujer que traduce idiomas indígenas al español y como Sor Juana fue una mujer de una inteligencia impresionante, pero que no dejó nada escrito".

La Malinche, continúa Glantz, aparece en los códices de la época porque es una figura fundamental, así como lo fueron muchas monjas contemporáneas de Sor Juana. En el volumen también se encuentran referencias a Bernal Díaz, Hernán Cortés y Bartolomé de las Casas, entre otros personajes de los siglos XVI y XVII.

El segundo volumen, en 2007

Margo Glantz, colaboradora de La Jornada, dijo que el segundo volumen de sus obras reunidas, que aparecerá en 2007, constará de la selección de su narrativa que se encuentra agotada en librerías y el tercer tomo estará dedicado a la literatura mexicana de los siglos XIX y XX.
''Y si el FCE todavía quiere un cuarto consideraré ensayos y crónicas periodísticas, es decir, todo aquello que me parece lo más significativo para que sea publicado."
A las 19 horas de este martes, en el salón Mariano Azuela de la expo, donde se desarrolla la FIL, acompañarán a Margo Glantz, Mario Bellatín, Dulce María Zúñiga y Joaquín Diez-Canedo.
Glantz nació en la ciudad de México en 1930, es profesora emérita de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM y desde 1995 miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua. También es autora de libros de ensayo, cuento y novela, entre los que destacan Las genealogías, ¿Sor Juana Inés de la Cruz, hagiografía o autobiografía?, Zona de derrumbe y El rastro.

Ortiz Ochoa: El papel del maestro



EL PAPEL DEL MAESTRO
EN LA CONSTRUCCIÓN DE UNA SOCIEDAD

Nancy Alejandra Ortiz Ochoa
Alumna de Sociología SEA UV
Educadora Rural

La primera e ineludible tarea de la educación
es enseñar un conocimiento capaz de criticar el propio conocimiento.
Debemos enseñar a evitar la doble enajenación:
la de nuestra mente por sus ideas
y la de las propias ideas por nuestra mente.

Edgar Morin


El Texto que presento a continuación, son reflexiones que surgen a partir de mi experiencia y observación como educadora en una comunidad rural en el estado de Veracruz; el interés por la sociología brota paralelamente al tratar de entender los procesos sociales que se generan a mi alrededor; como el día que me dieron una hoja de representación y con ello la tarea de fundar un jardín de niños en una comunidad casi inaccesible, sin instalaciones, mobiliario, material didáctico y sobre todo sin niños. Ese día comprobé que nuestro sistema educativo estaba peor orquestado de lo que imaginaba. Con ello también cambio un poco mi concepción de los maestros.

Ordinaria concepción de Maestro: Tratar de explicar y valorar la función docente dentro de un sistema educativo que contribuye a la construcción de una sociedad, no es una actividad sencilla. Para empezar, porque es difícil erradicar un concepto cargado de estereotipos y lugares comunes negativos que la mayoría de las personas tienen acerca de los docentes y más por cuanto se trata de una concepción basada en la observación superficial del ensayo y el doble error de los maestros.

Considero que debemos concebir al docente como un ser individual con carencias y necesidades, que posee actitudes y habilidades como cualquier otro ser humano, las cuales lo distinguen y hacen diferente de otros docentes. No menciono los defectos particulares, pues estos, por actitud consuetudinaria son juzgados diariamente.

Si bien es cierto que el maestro es un sujeto de suma importancia en el proceso educativo, también es cierto que no es el único ni, por asomo siquiera, el más importante. En consecuencia, no es el principal culpable de nuestra mala educación.

Como muchos otros sectores de nuestra sociedad, el cuerpo denominado Magisterio está atestado de escollos casi imposibles de librar. En ocasiones, algunos docentes, sobre todo recién egresados, se convierten en ilusos guerreros al tratar de luchar contra las instituciones previamente estructuradas y los vicios ya legitimados. Desafortunadamente el tiempo suele ser, en este caso, el peor aliado, pues la mayoría llegan a ser devorados por el aparato escolar.
No utilizaré estas líneas para redimir o sentenciar a los docentes, máxime que son seres amados y odiados hasta el hastío, sino para tratar de entender su rol en nuestra sociedad.

Rol del docente: Como parte de una estructura a los docente les corresponde el rol de reproductores de la sociedad, muchas veces sin quererlo ni estar plenamente conciente de ello. Esta reproducción pretende ser de clases sociales, de la ideología dominante, de políticas públicas o sencillamente de una sociedad acorde a los intereses políticos del momento, es decir, conveniente al modelo económico que posea nuestro país actualmente. Pierre Bordieu y Jean Claude Passeron, en su libro La reproducción de la educación, analizan el papel simbólico del aparato escolar y los autores exponen que las relaciones de aprendizaje, los contenidos, las evaluaciones y el lenguaje ayudan a reproducir una sociedad dominante, afirmando que la educación es un medio de reproducción. La educación sistematizada tiene entre sus tareas reproducir patrones sociales, que se reproduzcan o no, dependerá del contexto en el que se desarrolle la educación y la persona que este inmersa en él.

En cuanto al rol del maestro, sucede que el docente no cobra verdadera conciencia de su papel y se vuelve un cuidador de esa reproducción social, sin conciencia ni participación genuina en ese proceso, mientras se ve controlado por un sistema educativo manipulador, enajenante y tecnócrata. Sin darse cuenta (o tal vez sí) que su participación no pensada es una especie de acción que contribuye principalmente a algo totalmente diferente de lo que se puede llamar educación.

El quehacer docente es una actividad que requiere preparación constante, carácter, actitud, tenacidad, creatividad, vocación y mucha paciencia para sobrellevar adecuadamente la misión asignada. Todo maestro que se precie de serlo sabe perfectamente esto: “educar no es tarea fácil”.
Dichos maestros aunque sean entes distintos, lo quieran o no, deben conformar una unidad sistemática para cumplir planes y objetivos afines.

Los objetivos afines: Son marcados por programas donde, la mayoría de las veces, quienes los elaboran no están en contacto con la realidad que vive el común denominador de los maestros. Con frecuencia, el docente encuentra estos objetivos –y las estrategias para llevarlos a cabo– difíciles, ininteligibles e incluso incongruentes con la situación vivida en su centro de trabajo. Esta situación se da porque la mayoría de los planes de estudios son copias fieles o infieles de planes extranjeros, implementados y dirigidos arbitrariamente sin un previo análisis y sustento teórico metodológico. Esto provoca que el engranaje –por llamarlo de alguna manera- de la educación no marche como algunos quisiéramos.

Engranaje mal ensamblado: Lamentable o afortunadamente –pues la crítica contribuye en el mejoramiento de las cosas–, hay gente que opina que su educación fue interrumpida por sus años escolares; otros, más burda y cruelmente, han expresado que después de la escuela no saben cómo son capaces aún de seguir pensando. ¿Respondió la educación a los intereses particulares de ésas personas? Evidentemente no.
La crisis educativa no sólo se ha vivido ni se vive en nuestro país: grandes naciones han enfrentado y sobrevivido a un viejo sistema educativo. Pero en nuestro país, la disposición de todos los componentes de la educación, la hace proclive al fracaso o, simplemente, a no obtener los resultados deseados.

Aunado a esto tenemos la rutina, las condiciones paupérrimas de los centro de trabajo, el bajo salario, los salarios desiguales que hay en el mismo sector, el escaso material didáctico, el poco apoyo por parte de las autoridades gubernamentales, la insuficiente preparación que se recibe de los mandos educativos, los interminables tramites burocráticos que parecen ser más importantes que la educación misma, las organizaciones sindicales que se convirtieron en cotos de poder que benefician sólo a unos cuantos, alumnos desinteresados en su educación, padres solapadores y más desinteresados aún, y por último y no menos importante, la poca disposición de los mismos docentes para renovarse día a día.
También hay que mencionar que en el mundo docente uno de sus peores enemigos puede ser la mentalidad antediluviana, oficialista y tecnócrata del mismo maestro, alentada y organizada principalmente desde las propias supervisiones escolares y sus mandos superiores, lo que convierten a ésta, una de las profesiones que debieran ser más nobles y hermosas, en una actividad mecanizada, guiada por la comisión y la aceptación.

Preguntas sin respuesta: Tomando en cuenta esto, me pregunto: ¿La educación que proporcionan los maestros debe responder a intereses políticos, sociales y económicos de algunos, aunque las necesidades del educando y de la sociedad sean completamente opuestas a dichos intereses? ¿Deberá corresponder esta educación a paradigmas educativos en boga aunque éstos se postulen en países diferentes al nuestro? ¿Cada maestro deberá decidir qué parte de la sociedad quiere reproducir? Esto me lleva a cuestionarme aun más si los docentes son aptos para tomar este tipo de decisiones o simplemente deberíamos tratar de responder a los intereses particulares del educando. Me gustaría quedarme con lo último: creo que la educación debe ser útil en la vida del educando y a través de ello, serlo para nuestra sociedad. Ojo: con esto me refiero a una sociedad libre en pensamiento, sin cortinas de humo tratando de ocultar nuestra realidad, mientras que por educando entiéndase un ser humano en toda la extensión de la palabra, con derechos, responsabilidades y aspiraciones.
Tal vez una solución a los objetivos y planes “desfasados” sería que cada maestro elaborara objetivos propios que partieran de y dieran respuestas a las necesidades e intereses presentados por los alumnos en determinado contexto. En teoría, esto se hace. Pero, ¿qué tan comprometidos, informados y capacitados están los docentes para llevar satisfactoriamente esto acabo? Ahora, ¿qué tan preparada está la sociedad para que se nos eduque apegados, digamos, a la verdad, la igualdad y la tolerancia? ¿Se imaginan a un maestro de primaria diciéndole a sus alumnos que la guerra de independencia fue iniciada por los criollos para beneficiar más a los de por sí ya beneficiados? ¿Que los niños héroes, ni eran niños, ni fueron héroes, es más, que ni existieron (como se especula últimamente)? ¿Cómo se le explica a un niño que en un país como el nuestro es más valorado un patiño de televisión que un ser pensante? Claro, esto es consecuencia de una educación impartida desde el estado para una sociedad desinteresada en la educación. Así que, en ese sentido, también nos falta madurar como sociedad, entender que nuestra educación es una responsabilidad compartida. Tal vez esto se interprete que mi discurso es a favor de la privatización de la educación, algo totalmente falso, sin embargo, considero que el estado debería estar más preocupado en impartir una educación apegada a los valores humanos, como la verdad, honestidad y la tolerancia, que contribuya además al desarrollo cognitivo del educando.

Última reflexión: Ser docente, médico, ingeniero o reportero en este país siempre será tarea difícil, ya que hay que luchar -todavía más- contra nuestra propia idiosincrasia heredada y plagada por años de corrupciones y excesos. Desde mi punto de vista, ese es nuestro mal desde hace algunos siglos. Un cambio se lograría con una revolución mental, es decir, proporcionando realmente una educación para la vida. Nuestros gobiernos se tendrían que preocupar más en invertir en una buena educación para todos que en sufragar banalidades particulares de unos cuantos. A los maestros corresponde prepararse constantemente, tener disposición de aprender y enseñar, adquirir o poseer ciertas habilidades útiles para su función, entre ellas capacidad crítica, inteligencia y vocación; a nosotros como sociedad, exigir una educación realmente de calidad. Pero, mientras no seamos lo suficientemente críticos y analíticos para poder distinguir qué es calidad o no, no sabremos qué exigir. Mientras tanto, nuestros maestros seguirán impartiendo una educación mecanizada, nuestros gobiernos seguirán manipulando la educación y nosotros impávidos dejaremos pasar el tiempo.


BIBLIOGRAFÍA
Gonzáles, Rivera Guillermo, Torres, Carlos Alberto. Sociología de la Educación. Edit. Pax. Méx.
Durkheim, Émile. Educación y sociología, Colofón S.A. de C.V.
Vazquez, Josefina Zoraida (coordinadora). Interpretaciones de la Independencia de México. Edit.
Patria S.A. de C.V., Méx. 1997.





















martes, noviembre 28, 2006

J.Joaquín Pérez Tejada: Cortazar-Michaux


Julio Cortázar visita a Henri Michaux
o El gran combate entre cronopios y meidosems
Por Juan Joaquín Pérez Tejada


La idea de este texto es mostrar de forma sencilla las similitudes o semejanzas que encontré en mis lecturas de estos dos autores fascinantes y compartirlos con amigos y otros lectores, no se trata de un ensaya sesudo ni de desenmascarar absolutamente nada.
Hace varios años me regalaron La vida en los pliegues de Henri Michaux en la traducción de Víctor Goldstein y editado por Ediciones Librerías Fausto, Argentina 1976. El libro es, en su mayoría, de poemas en prosa y trae una sección que se titula “Retrato de los meidosems”. Cuando terminé de leerlo me quedé con la sensación que se parecía mucho a Historia de Cronopios y famas, uno de mis libros favoritos, de Julio Cortázar. No sé exactamente por qué me ragalaron el libro de Michaux, pero en ese momento comienza esta historia.
Hace dos años me encontré, leyendo los Diarios de Alejandra Pizarnik (Lumen, 2003), la siguiente página:

15/VI
Empecé La vuelta al mundo en 80 días (la nota a pie de página dice: se refiere al libro de Julio Cortázar, La vuelta al día en 80 mundos) La evidencia de la impostura es excesiva y, no obstante, la magia verbal de Julio más su seguridad de ser el primero (que plagia a aut. [ores] desconocidos en Arg. [entina]) más su exaltación al adoptar la pose de cronopio exaltado y desordenado, todo eso concede al libro una dignidad inmensa. Olvido lo principal: Julio es, antes que un gran escritor, un gran lector. También como Eliot, es un gran plagiador, un gran calculador. Por otra parte, tiene el sentimiento de la grandeza. Y no obstante, hay algo de viejo en esa apelación que hace a la no-seriedad, sin duda porque él mismo quisiera no ser serio. Pero yo, que lo envidio –algo desde arriba, naturalmente- y lo envidio precisamente por su espíritu lúdico y calculador (nada pueril, como dice cuando plagia a Michaux) y lo envidio por su tenacidad, por su modo de vivir para la literatura sin juzgar su razón ni su vida, yo quisiera ser muy seria. Y no es verdad que chez nous se escriba muy seriamente. Pasa lo contrario. Julio lo dice porque cree que antes nadie lo dijo y de esta suerte conquista a los jóvenes prematuramente rebeldes y a los viejos jóvenes. En fin, debo leerlo por un asunto verbal (aprendizaje del idioma, del cálculo, si quiero vivir…)

(p. 445. Diarios, Alejandra Pizarnik. Lumen, 2003)

Cuando leí esto me acordé enseguida del libro de Michaux que había leído. Y pensé que no era el único que había visto la semejanza. A partir de mi lectura de Pizarnik surgió más mi interés por la obra de Michaux y comencé a buscar títulos de este poeta belga (es pura coincidencia que Cortázar haya nacido en Bélgica también). Encontré un libro hermoso, aunque muy caro que se llama Frente a los cerrojos seguido de Puntos de referencia (Colección La cruz del sur Editorial pre-textos, 2000) y en la Feria Internacional del libro de Guadalajara, apenas el año pasado, Poemas escogidos en la traducción de Julia Escobar, (ella es la misma traductora de libro antes mencionado) Colección Visor de Poesía (Visor Libros, 2001). El primer poema de este libro me deparó otra sorpresa, el poema se llama El Gran Combate y está dedicado A R.M. Hermant

Lo emparrilla y lo endosca contra el suelo;
Lo raguea y lo ruspetea hasta su drálito;
Lo pratelea y lo libuquea y le basuflea los olleros;
Lo tocardea y lo marminea,
El manageo rapa en ri y ripa en ra
Por último lo descorcobaliza.

Esta primera estrofa, aunque no idéntica, era muy similar o me recordaba en el mejor de los casos, a un cuento de Cortázar que se llama La inmiscusión terrupta de Último round (Siglo XXI editores, 2001) que igualmente trata de una pelea, esta entre la Señora Fifa y la Tota y que los promotores de lectura usamos mucho en talleres para poner alguna actividad de comprensión lectora: Revoleando una mazoca más bien prolapsa, contracarga a la crimea y consigue marivolarle un suño a la Tota que se desporrona en diagonía (…) Por segunda vez se le arumba un mofo sin merma a flamencarle las mecochas pero nadie le ha desmunido el encuadre a la Tota sin tener que alanchufarse su contragofia, y así pasa que la Señora Fifa contrae una plica de miercolamas a media resma y cuatro peticuras de esas que no te dan tiempo al vocifugio.

Y podría seguir la segunda estrofa del poema de Michaux:

El otro duda, se despudriña, se desface, se retuerce y se desploma
Pronto no quedará nada de él;
Se recupera y se enmargina…pero en vano
El aro cae si ha rodado mucho.
¡Abrah! ¡Abrah! ¿Abrah!

El cuento de Cortázar continúa y un señor entra a meter paz y ambas gladiofantas le dan de golpes y se van muy orondas haciendo cuento del dicho el que mete paz saca más. En ambos textos hay un juego con la forma del uso de los verbos y de los sutantivos que nos dan claves para entender la dinámica del juego verbal. Cortázar diría después que el lenguaje que usa en ese texto como en del capítulo 69 de Rayuela es el gíglico. Lo de Michauz se parece a lo que Alfonso Reyes bautizó como jintanjáforas pero que nos son eso exactamente. El poema de Michaux data de 1927 y la edición donde viene el cuento es de 1969.
Otro ejemplo, de estas visitas a la obra de Michaux por parte de Cortázar es la que vemos reflejada en la obra de Historias de cronopios y de famas, escribe Michaux:

Retrato de los Meidosems

Por otra parte, como todas las Meidosemas, ella no sueña
más que con entrar en el Palacio del Confeti.

Sobre la paternidad de estos seres dice el poeta belga:

Y mientras la mira, le hace un niño del alma.

Y en otro poema,

Inmensidad desierta. Castillo igualmente desierto. Altivo, pero desierto. Y balancea a su hijo en el viento, en la lluvia.
¿Por qué? Porque no podría volver a traerlo a su casa vivo. Al menos, no sabe como arreglárselas. Y balancea a su hijo en el viento y la lluvia. En ese desenlace vive. Pobremente.
Y ambos sufren por eso. Pero no logran cambiar la situación, que tanta falta le haría.
Ahora U.L. Estas son las relaciones que tiene con el suyo. Su propio hijo no está tan lejos. A no más de diez pasos. Eso no vale mucho más. Apenas si lo observa. De tanto en tanto, le dice: “¡Tú! ¡Tú!” Es todo. No tienen otro trato. No es muy reconfortante ¡Tú! ¡Tú! gritado con un soplo por lo demás contenido. Pobre ayuda. Pero no nula, sin embargo, no, no nula.
Los Meidosems todavía tienen muchas otras maneras enojosas de tratar a sus niños del alma. Habrá que hablar de eso. No hay casi niños del alma felices.

Por su parte el narrador argentino cuenta:

Los cronopios no tienen casi nunca hijos, pero si los tienen, pierden la cabeza y ocurren cosas extraordinarias. Por ejemplo, un cronopio tiene un hijo, y en seguida lo invade la maravilla y está seguro de que su hijo es el pararrayos de la hermosura y que por sus venas corre la química completa con aquí y allá istas llenas de bellas artes y poesía y urbanismo. Entonces este cronopio no puede ver a su hijo sin inclinarse profundamente ante él y decirle palabras de respetuoso homenaje.El hijo, como es natural, lo odia minuciosamente. Cuando entra en la edad escolar, su padre lo inscribe en primero inferior y el niño está contento entre otros pequeños cronopios, famas y esperanzas. Pero se va desmejorando a medida que se acerca el mediodía, porque sabe que a la salida lo estará esperando su padre, quién al verlo levantará las manos y dirá diversas cosas, a saber:

Acerca de la forma tanto de los Meidosem como de los cronopios dicen:

Toman la forma de burbujas para soñar, toman la froma de lianas para conmoverse
Apoyada contra un muro, un muro que por lo demás nadie volverá a ver, una forma hecha de una cuerda larga está allí. Se enlaza.
Eso es todo. Es una Meidosema.
Y espera, levemente abatida, pero mucho menos que cualquier cordaje de su dimensión apoyado sobre sí mismo.
Espera.
Jornadas, años, vengan ahora. Ella espera.

Y en otro poema escribe:

Algunos bultos caídos de un carro, un alambre que se balancea, una esponja que bebe y ya casi se llena, la otra vacía y seca, un vaho sobre un espejo, una huella fosforecente, miren bien, miren. Puede que sea un Meidosem. Puede que sean todos Meidosems… agarrados, picados, hinchados, endurecidos por sentimientos varios…
(Michaux)

De La tristeza del cronopio

(…)Tristeza del cronopio frente a una multitud de famas que remonta Corrientes a las once y veinte y él, objeto verde y húmedo, marcha a las once y cuarto.(…)Yo tengo un reloj con menos vida, con menos casa y menos acostarme, yo soy un cronopio desdichado y húmedo.Mientras toma café en el Richmond de Florida, moja el cronopio una tostada con sus lágrimas naturales.
(Cortázar)

De los Meidosems se ha dicho que son criaturas delicadas, dañadas constantemente, sufriendo pero sobreviviendo y afianzadas con abrazadera a su debilidad. Y casi los mismo se podría decir de los cronopios.
Como podemos leer y comparar las similitudes son en cuanto a temas, tonos y ciertas características de la sensibilidad de los personajes, no una copia sino una recreación, por supuesto.
En una entrevista Cortázar comenta: En cuanto a Michaux, claro, leí Plume; fue el primer libro suyo que leí en la edición de Gallimard en francés, y esos pequeños cuentecitos tienen que haber ejercido una influencia en mis cronopios que iban a nacer muchos años después. Son esas cosas de las que uno se da cuenta más tarde; no sé si algún crítico lo ha visto, pero yo creo que, sin esos textos de Michaux, a mí tal vez no se me hubiera ocurrido escribir a los "cronopios".
(De la entrevista "Julio Cortázar, lector", por Sara Castro-Klaren, Publicada en Cuadernos Hispanoamericanos, ns. 364-366, octubre-diciembre, 1980, Madrid)

Pero, más que los cronopios, o además de a ellos, los textos de Plume se parecen a las narraciones breves que aparecen en Un tal Lucas de Cortázar. El título de Michaux en francés es Un certain Plume que se podría traducir como Un tal, Pluma (Pluma hace referencia a la palabra que se usa como sinécdoque de escritor, una pluma). En ambos, como un poco en los cronopios, se cuentan las desventuras simpáticas y sucesos cotidianos que le pasan a un personaje ciertamente ingenuo. Se podría decir que de tal palo tal astilla.
A estas coincidencias se les llama intertextualidad, influencia, coincidencias, similitudes, préstamos, afinidades, diálogo. Pizarnik le da por llamarle plagios (nada pueril, como dice cuando plagia a Michaux).
Cuando leí y comenté estos encuentros que había tenido, con la obras de estos autores, con algunos amigos admiradores de Cortázar sentí que les había dicho algo así como Santa Clos no existe, miren. Espero que no se sientan así. A mí este descubrimiento sólo me causa cierta fascinación que no sé si llamar perversa.

Nadine Gordimer: palabra contra terror


La palabra, arma contra el terror

La premio Nobel sudafricana Nadine Gordimer abrió el Salón Literario; dijo que, por ejemplo, aquellos que perpetran los ataques terroristas también son testigos "de otra fe que el diccionario no reconoce, la fe del islam"

Sandra Licona, El Universal, Lunes 27 de noviembre de 2006

GUADALAJARA, Jal.- Nadine Gordimer, que ha hecho del racismo, del Apartheid y de la lucha por la liberación sudafricana los pilares de su literatura, habló ayer del papel del escritor como testigo de los cambios que amenazan a la sociedad, en especial el terrorismo, y apuntó que los autores pueden ser protagonistas al narrar los hechos desde una mirada interior, más allá de sus personajes de ficción. "No hay torres de marfil que puedan sostener el acoso de la realidad", afirma.
Dijo que, por ejemplo, aquellos que perpetran los ataques terroristas también son testigos "de otra fe que el diccionario no reconoce, la fe del islam" y que también tienen sus propios martirios y mártires, pero que el significado de todo esto no puede entenderse en la inmediatez de la imagen, y ni siquiera en el análisis de los expertos.
"Sólo es posible hablar de todo este terror desde la literatura, así que los autores debemos tener las antenas bien abiertas para explicar los hechos de manera clara, desde lo receptivo de las vidas, tenemos una enorme tarea frente a los innumerables actos de destrucción que se dan en todo el mundo."
La escritora sudafricana abrió ayer el Salón Literario de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, con la conferencia "Witness: the Inward Testimony", donde anotó también que, "como autores, encontramos la fuente de nuestro arte en la vida de los otros y en su contexto, un testigo tiene que ver con el testimonio que nace del interior".
Gordimer, quien nació en el seno de una familia acomodada y que por ello fue testigo privilegiado de la diferencia racial, insistió en qué tanto debe participar el autor con su narrativa, "sobre todo cuando tiene ante sí cambios sociales que amenazan la sociedad.
"Franz Kafka dice que el escritor busca entre las ruinas cosas diferentes y más cosas que los demás, se trata de un salto cuántico en busca de qué es lo que verdaderamente está sucediendo, y ésta es justamente la naturaleza testimonial que los autores deben de dar, una contextualización desde una mirada interior, puesto que tienen el sexto sentido de la imaginación para completar los hechos."
La escritora recordó algunas de las novelas que se produjeron después de la bomba atómica o aquellas que se refieren específicamente a la Segunda Guerra Mundial, e insistió en que "percatarse de lo que sucede, siempre debe ir ligado a un sentimiento, a una búsqueda que no niegue la realidad, sobre todo cuando ésta es demasiado atroz. En este milenio los escritores tiene un espacio y un tiempo específicos, y deben aprovecharlo.
"A través de la narrativa, los autores no estamos alejando de la circunstancias de la realidad que todos vemos, un autor busca la mirada interior, como los niños que ven las cosas de manera diferente a la de los adultos, tenemos esta mirada que es la que verdaderamente narra lo que está pasando en todo organismo vivo".
Señaló que los escritores buscan fusionarse a sí mismos como individuos, y que toda creación hace una transformación del objeto y que esta es una segunda condición existencial del escritor.
"Cuando veo que alguien levanta la ceja veo una señal para los autores, sabemos que el trabajo solitario del escritor tiene que ir hacia abajo y explorar en las raíces, es en la única dirección que tenemos libertad para avanzar.
"No podemos creer que sembramos la bandera de la libertad si no vamos a las raíces, no podemos descartar nada, nuestro trabajo es hacia adentro, incluso de los actos terrorista, incluso de los que fueron víctimas, hay que encontrar el sentido".
Ante un auditorio de visitantes de la FIL, condenó la indiferencia y dijo que sin bien la libertad de expresión es importante para todos, "los escritores tienen que convertirse en seres políticos, constantemente conscientes de lo que pasa en el mundo, ya sea amargo o dulce, y no deben evitar ser moldeados por esos acontecimientos".
Apuntó también que la literatura como testigo no debe ser incompatible con experimentos de forma y fondo: "Los escritores estamos, hoy por hoy, ante desastres que exceden toda comprensión , cómo podemos responder a ese reto, tenemos que confrontar todas las posibilidades del medio con que contamos, o sea la palabra".
"Nací en la minoría blanca, pero desde niña sentí la necesidad de expresar lo que observaba, el racismo sobre todo, y lo hice escribiendo historias. Hay circunstancia de tiempo y espacio que son únicas y que si tenemos esta simultaneidad de tiempo y espacio podremos entender los límites de nuestra libertad de expresión".

Saramago: Un México confuso


México no vive una transición,
está en confusión: Saramago

ERICKA MONTAÑO GARFIAS

Guadalajara, Jal., 26 de noviembre. México, más que un proceso de transición, vive un momento de confusión. El tiempo de la protesta terminó y aunque el nuevo gobierno va a dar motivos para salir a la calle, éste no es el momento. Ahora es el turno de la política, pero de una política muy conciente, muy seria que pase por encima de intereses personales o de orgullos heridos, ahora lo que interesa es el pueblo mexicano, afirma el escritor portugués José Saramago en entrevista exclusiva con La Jornada.

"No sé si podemos llamar a éste un periodo de transición. Me parece más bien un periodo de confusión total. Hay muchas confusiones. Creo que el tiempo de la protesta terminó. No voy ahora a discutir si a (Andrés Manuel) López Obrador le robaron o no las elecciones, no he sido fiscal de los votos, no los he contado, por lo tanto sobre eso no tengo opinión", expresa el autor de Tierra de pecado, quien asiste a la Feria del Libro de Guadalajara como invitado en varias conferencias y para presentar su libro Las intermitencias de la muerte.
"Se dice que sí, que López Obrador había ganado; se dice que no, que no había ganado. La protesta que siguió a todo eso creo que es legítima, natural, pero también digo que me parece que el tiempo de la protesta terminó, ahora es el turno de la política. En el Congreso hay suficientes diputados, más que suficientes, para una oposición fuerte. No es que no haya una izquierda en México, pero hay una izquierda dividida, polarizada, en algunos casos enfrentada y por ese camino no se llega a ninguna parte.

"No voy a decir lo que tiene que hacer, pero si yo estuviera en el lugar de López Obrador intentaría, por lo menos, organizar la izquierda en México, aglutinarla, buscar un consenso de izquierda y para eso tiene seis años, nada más, nada menos, y preparar la victoria para 2012. Eso es a mi parecer lo que debería hacer y yo me disculpo por decir lo que no debería decir, lo digo como lo pienso y como lo siento.

"Durante varios años López Obrador fue el foco de atención de la izquierda en México. Al mirar a este país desde el exterior, cuando pensábamos en la izquierda mexicana, quien la representaba era él.

"No sé si ganó o no: perdió y el próximo primero de diciembre México tendrá un presidente. Yo no me llamaría a mí mismo presidente legítimo si he perdido las elecciones; creo que él debe pensar, sentarse a pensar sobre todo en México, no en sí mismo, situaciones como esas no son gran cosa, lo que importa es lo que es más grande que nosotros.

"Lo que es más importante que los López Obrador o los Calderón del mundo es México. México en sus problemas, sus miserias, su hambre, su tristeza que busca compensar con todas las (canciones) rancheras y las alegrías, todo eso que son ustedes.

"En este momento lo que este país necesita es que alguien se pare a pensar en el futuro y el destino de México. Movilizar la izquierda, organizarla para ganar las elecciones de 2012. Esa sería la tarea que pienso que debe hacer López Obrador, quien pienso que tiene calidades políticas más que suficientes para ello, pero que me parece que ha perdido un poco la cabeza en todo este lío, en este proceso y todo eso. Es hora de recuperar la sangre fía y una vez más pensar en México.

"De todos modos no van a faltar motivos para volver a la calle. No quiero decir que López Obrador se encierre en su casa, en su espacio, y que desde ahí trabaje para organizar la izquierda. Pero como este gobierno va a dar a los mexicanos motivos de protesta, no faltarán motivos para volver a la calle, pero no en este momento. Ahora es el turno de la política pero de una política muy consciente, muy seria que pase por encima de intereses personales, o de orgullos heridos. Ahora lo que interesa es el pueblo mexicano."

Saramago, premio Nobel de Literatura 1998, tiene durante esta semana varias actividades en la FIL tapatía, entre ellas la conferencia Un portugués en Andalucía y el diálogo El escritor como referente político en el que compartirá la mesa con la también premio Nobel la escritora sudafricana Nadine Gordimer, y los autores Elena Poniatowska y Tomás Eloy Martínez.
El miércoles, en el Teatro Diana, al lado del actor Gael García Bernal, se realizará una lectura a dos voces de Las intermitencias de la muerte.

Al respecto, el escritor y poeta, dijo "tengo que participar en la lectura, lo cual no voy a decir que me encanta . No voy a interpretar nada, por lo tanto espero que todo salga bien". Saramago es uno de los favoritos dentro del encuentro libresco, los auditorios en los que se presenta siempre se llenan y, la verdad, dice, "es que nunca imaginé este éxito" que le ha dado experiencias como la de recibir el Nobel pero sobre todo aquellas como lo que ocurrió durante la presentación de Las pequeñas memorias en Azinhaga, hace unos meses.

"Fui a mi pueblo, en el que nacía hace una cantidad de años, a presentar ese pequeño libro de memorias, el pueblo tiene 2 mil habitantes, y en la presentación estaban al menos mil 500. Había casas que quedaron sin gente. La idea de presentar un libro de un hombre ya mayor, de 84 años, que había vivido en ese pueblo hace 70 y muchos años, que vivió ahí con sus abuelos y sus padres, pero sobre todo con sus abuelos, que andaba sin zapatos."

Tal vez son cosas que se podrían olvidar, añade, "pero en mi caso no olvidar ha sido algo natural en mí. No he querido ni recordar ni olvidar, el pasado es pasado pero se mantuvo intacto en mi cabeza, en mi memoria, y por lo tanto regresar al pueblo (que lo hice una gran cantidad de veces) pero en esta circunstancia y con mil 500 vecinos, algunos de ellos que no saben ni leer, con muchos chicos corriendo de un lugar a otro, la banda filarmónica y el grupo folclórico bailando, el hecho de que las mujeres limpiaron y encalaron una gran nave industrial e hicieron la comida para mil 500 personas.

"Yo creo que haber ganado el Premio Nobel es importantísimo pero presentarme ante mi gente, haber vivido esto sobre todo a esta altura de la vida que ya no podrá ser muy larga pero llevo este recuerdo. Si me preguntan, '¿quién ha sido usted?', tengo respuesta y está en ese libro. Entre esos que yo he sido y este que soy la diferencia en el fondo es que he vivido experiencias, conocimiento, quizá sabiduría, me he enamorado, me he desenamorado, todo lo que nos ocurre a cada uno de nosotros, pero lo que es cierto es que no hubo una ruptura de aquí se acabó el niño y comenzó el adolescente y aquí el adulto. Es cierto que he ido cambiando como todos cambiamos, pero es una línea constante, no hay interrupciones. Yo soy aquel y aquel soy yo.
"Soy alguien que ha trabajado, que no ha tenido nunca ambiciones ­aunque esto puede sonar falso­, nunca he tenido ambiciones, nunca he dicho 'voy a hacer esto para llegar a aquello', y cuando lo obtenga voy a dar un paso más para llegar a un final. No, yo he vivido mis días con lo que tenía que hacer. Creo que he tenido suerte, porque la gente me ha descubierto cuando yo había hecho algo que merecía la pena, pero podría ocurrir que yo hubiera hecho eso y que la gente no lo hubiera visto."

Habla de la suerte, pero no la que hace a alguien ganar la lotería, "sino la suerte de escribir algo como Memorial del convento y tener la suerte de que los lectores y editores descubran el libro, porque hay libros magníficos que quedan en la sombra, y si no hay una luz que los ilumine para que la gente se dé cuenta de que existe, puede ocurrir que un escritor que merecía otro futuro se quede ahí con un gran libro que la gente no reconoció. Yo he tenido la suerte contraria".
Este domingo, durante una conferencia de prensa, Saramago y Carlos Castillo del Pino hablaron de su relación con Andalucía y el exilio. Ambos participaron en el homenaje al poeta andaluz Francisco Ayala.

Lo distinguido, según Rementería


Lo distinguido, según Julen Rementería
Por Ignacio García


El pasado domingo, 26 de noviembre, el zócalo de Veracruz se vio convertido en pasarela y escaparate del cabildo veracruzano. El monopolio televisivo TV Azteca -- a quien el foxismo otorgó prebendas de peso completo para hacer y deshacer lo que quisiera en comunicaciones-- “produjo” su insulso y maromero show de La Academia en diversos estados de la República de donde son originarios los “finalistas” de ese bodrio.

Sabedores de que la voz de la televisora es ley donde quiera se pare, los miembros del cabildo jarocho no dudaron: se desvivieron para montar (aquí eso se le llama “cooperar”) un numerito, y cedieron el zócalo para un dizque cantante, que ni jarocho es, si bien veracruzano. Claro, la excusa que se da en patios y oficinas de Palacio Municipal es que hay que “promover” la imagen turística de la ciudad (¿con ese espectáculo tan infame?) y, de paso, publicitar el nombre del alcalde las más veces que se puedan, para que cuando aspire a otros puestos políticos la gente lo recuerde y diga: “acuérdense que Julen trajo a la TV Azteca al zócalo...” Tan pobre nivel de juicio político se tiene, que de todo sirven para hacer la polaca.

Así, la televisora se hizo del espacio y presentó a un tal Samuel; dizque cantante, quien sólo hizo el ridículo tratando de interpretar (con cero talento y menos voz) una pieza musical que cualquier jaranero de los que andan por el Portal, lo habría hecho mucho, mucho mejor: desentonado, fingido, apadrotado, ese tal Samuel confundió "Ojalá que llueva café" con una reggaeton todo descompuesto.

Pero bueno. Cada quien en este país es libre de divertirse como le venga en gana, y cada uno es (de acuerdo a AGN) “terrorista de su propio destino”. Lo más absurdo no ha sido la transmisión de este bodrio, sino la actitud del alcalde Julen Rementería al hacernos saber cuáles son sus parámetros para considerar a una persona “Ciudadano Distinguido”.

No sabemos si obligados por aquella televisora (que en el “paquete” endilgaba al cabildo un "reconocimiento" al "cantante" firmado por el alcalde), o fue uno de los talentosos miembros del cabildo a quien se le ocurrió la idea, o (why not?) el mismo alcalde quiso quedar bien con el país, y se le ocurrió otorgar tal nombramiento a ese remedo de cantante, y, además, en cadena cost-to-cost como dicen los gringos.

No sabíamos, señor alcalde, que esos eran sus criterios para tan importante nombramiento; que el tal pergamino lo merece alguien sólo porque “sale” en TV Azteca, y hace como que baila y se degañita; un ciudadano “distinguido” que dentro de cuatro meses va a andar cantando en bares y cantinas de medio pelo, tal y como lo hacen un 90% de los egresados de ese concurso televisivo deleznable.

¿Distinguido? ¿En qué señor alcalde? ¿Distinguido por qué Sr.Rementería? ¿Porque así se lo obligaron a hacer como parte de la fanfarria televisora? Por lo que se ve, para usted alguien distinguido es aquel que se desvela, hace cola y luego casting para enrolarse en una competencia degradante. ¿Sabe usted qué hacía este Samuel, por usted alabado, hace apenas ocho semanas, y antes de convertirse en un producto de consumo? ¿Lo sabe? De acuerdo a lo visto este domingo, para usted es “distinguido” aquel que se involucra en un show a lo Laura Bozo, y se presta a la comedia estudiada y bajo control estricto. Es “distinguido”, según usted, aquel que participa en programas de reacciones manipuladas, que incluyen la degradación de la persona, el falso llanto, la depresión fingida, la programación de la baja auto-estima, la psicología del poder sobre el aspirante y la humillación a ultranza.

Pero, bueno, sí: sí parece entenderse por qué en la alcaldía se tiene ese modelo de ciudadano disntinguido, y bajo el criterio más que miserable se le hacen honores: porque ese tipo de personajes, modelados y convertidos ex-profeso en iconos de la mercadería, practican un reality show muy parecido al al que ejercen sobre nosotros quienes nos gobiernan.

Diga usted, Señor alcalde, con el respeto debido, si puede a un individuo “distinguírsele” cuando ya de entrada ha vendido parte de su joven vida a una televisora, y ha esclavizado, en ese solo acto, mucho de su conciencia a través de un “contrato” de exclusividad leonino que lo condena a no ser dueño de sus actos; a veces, por tiempo indefinido: si no, que le pregunten, por ejemplo, a Alan Tatcher. Se ve que vivimos un tiempo en que no importa a quien se le rinde lisonja o hace caravana, con tal de complacer y acercarse lo más que se pueda a los reflectores del poder afianzados y pro-hijados por el Estado.

Pero no toda negligencia es inútil. Usted, con los parámetros que ha mostrado a todo México de lo que significa ser un ciudadano “distinguido” --la ligereza con la que ha otorgado reconocimientos a quienes aparecen en la (el término es de Mosiváis) "caja idiota"-- ha alertado a intelectuales, artistas, académicos, deportistas, policías, bomberos, oficinistas, obreros, miembros de su propio cabildo y demás gente honorable de la ciudad que usted gobierna, para estar atentos y tomar nota de la calidad de los premios que salen de sus manos. Usted ha quedado muy bien con el monopolio de Salinas Pliego: ha quedado muy mal parado con quienes aún tenemos dignidad de conciencia, y sabemos distinguir entre lo respetable y la ignominia.

lunes, noviembre 27, 2006

El poeta y la literatura barata


Durante la Feria del Libro de Guadalajara, 2006, se ha invitado a un nutrido grupo de poetas andaluces. El escritor Luis García Montero es cabeza visible de esta delegación. Presentamos, además, dos poemas de este autor.

Ma. Elena Matadamas
El UniversalDomingo 26 de noviembre de 2006.

GUADALAJARA, Jal.-Es de Granada, provincia en la que nació y creció uno de los grandes clásicos de España en cuanto a literatura se refiere: Federico García Lorca, y que también vio nacer a Francisco Ayala, uno de los novelistas y ensayistas más importantes de la Generación del 27, quien acaba de celebrar un centenario de vida.
Es de Granada, una ciudad que le presta especial importancia a la poesía, por lo que anualmente se concede en ella el Premio Nacional dedicado a ese género que lleva el nombre de Lorca, para reconocer la trayectoria de grandes poetas de nuestra lengua (la última edición se otorgó al mexicano José Emilio Pacheco).

Por su edad (48 años), capitanea a los autores de las generaciones más recientes que forman parte de la delegación de escritores andaluces que participan este año en la celebración del 20 aniversario de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, que ayer inició en esta ciudad, y a la que ha llegado con tres nuevos libros bajo el brazo: Los dueños del vacío (La conciencia poética, entre la realidad y los vínculos), Marginales y Poesía 1980-2005, editados por Tusquets.

Es Luis García Montero, quien desde la sinmodestia subraya: "El peso de Granada se debe a la calidad de la poesía que se escribe allí. Buena parte de la poesía contemporánea última que ha trascendido en la cultura española se ha escrito por gente que ha tenido que ver con Granada, que nació o ha vivido allí. En la universidad granadina hay un departamento de estudios hispanoamericanos, ha habido una tradición de estudios de la poesía y de la literatura latinoamericana muy relevante y se han establecido muchas relaciones entre escritores locales e hispanoamericanos".

Asegura este escritor que "las autoridades se han dado cuenta de que a la hora de defender la imagen de Granada hacia el exterior no hay más remedio que contar con la cultura y con la tradición literaria. Así, el Ayuntamiento que instituyó el premio García Lorca ha declarado a Granada como la Ciudad Poética Española. Son títulos un poco sacados del propio humo. Y el proyecto cultural más importante de la Granada actual, quizá sea la creación de un gran centro cultural Federico García Lorca, donde estará la fundación del mismo nombre".

Del orgullo local pasa al nacional cuando precisa que la poesía española ha tenido siempre un peso muy importante en Andalucía, desde los clásicos como Luis de Góngora, hasta los poetas contemporáneos. Si hablamos de los del siglo XX, vemos: Cernuda nació en Sevilla, García Lorca en Granada, Manuel Altolaguirre en Málaga, Vicente Alexandre en Sevilla pero se educó en Málaga. Buena parte de los mejores poetas españoles pasando por Juan Ramón Jiménez o Antonio Machado nacieron en Andalucía. "Aunque, rectifica, no creo que el ser de Andalucía te convierta en un poeta importante".

No obstante, con base en su relación con la poesía hispanoamericana (dirige una colección de ella en la editorial Visor, y también la revista dedicada a ese género de Casa de América), el catedrático de Literatura Española de la Universidad de Granada considera que la mejor poesía en español es la que se está escribiendo ahora en países como Colombia y México.
"Hay una máxima altura en esas dos poesías. Interesa la calidad, el entender que la poesía es un ejercicio de conocimiento y de reflexión moral, de reivindicación de las conciencias individuales pero para interpretar la realidad. Y en esa línea, la poesía que se hace en México me interesa, porque apuesta más que por la retórica y por el gran espectáculo del vocabulario que a veces le afectan mucho a la de tradición hispánica", expresa.

-Sin embargo, sigue siendo un género minoritario -se le pregunta.
"Si bien no participa de los grandes movimientos de mercado como lo hace cualquier otro género artístico, tiene consecuencias culturales a largo plazo. El mercado genera fenómenos que se devoran enseguida y que desaparecen, o sea, tienen una importancia en el consumo inmediato; por otra parte hay géneros que aunque no se vendan mucho pueden significar un patrimonio muy importante".

De esta condición de "género minoritario", Montero no exculpa a los autores, pues cree que si no hablan de cosas que le interesan a la gente es difícil que ésta se interese por la poesía.
"Precisamente como ha sido un género minoritario, desde el siglo XIX, los poetas han caído en la tentación de decir que como la gente no se interesa en nosotros, no nos vamos a interesar por la gente. Y se han inventado un lenguaje que no es el de la gente, y se han creído que hablar de la realidad histórica y cotidiana, lo que significa vivir a principios del siglo XXI, con el tratamiento más riguroso posible pero con el lenguaje que corresponde a esta época, no es responsabilidad suya. De manera que muchas veces el género poético huele a cerrado.

-En este contexto, ¿en dónde ubica que están los principales retos del poeta actual?

-En no abandonarse a la literatura barata, populista, de best sellers, del consumo barato, y por otra, no encerrarse en una especie de erudición elitista que aleje al género de la realidad viva de la cultura.
"La poesía, puntualiza, tiene que ser consciente de en qué mundo vive. Los poetas son ciudadanos que tienen una experiencia histórica muy parecida a la del resto de la gente que habitamos el mundo a principios del siglo XXI. Lo que es importante es no perder la conciencia histórica del momento que vivimos, para saber también cuál es la respuesta que desde la poesía se le puede dar a este mundo. Aunque es verdad también que hay sinergias culturales que son más consumistas, más pragmáticas, que no se llevan bien con el espíritu tradicional que ha representado la poesía."

-¿Se refiere al escritor comprometido?

-La imagen del poeta que quiere ser el iluminado, el faro que dirija los pasos de la sociedad a través de sus versos, eso ya es imposible. Uno sabe que cinco minutos de televisión en un programa con mucha audiencia tiene más consecuencias en la opinión pública que el mejor poema del mejor de los poetas. Así que más que optar por esa postura sacerdotal, hay que comprender que el ámbito de la poesía es otro, es el de la reivindicación de la conciencia individual en un mundo que la liquida y que acaba con los espacios públicos. Ese ejercicio de conciencia crítica en un mundo que suele cerrar los ojos ante la realidad a largo plazo tiene sus efectos.
En este escenario, el poeta granadino reafirma su fe en el poder de la palabra y defiende la importancia de seguir reivindicando la utilidad de la literatura y de las humanidades en el mundo en el que vivimos.
"La poesía se va ajustando al tiempo en el que vive, entonces, el compromiso poético ahora es distinto al de antes, primero porque existen otros medios para divulgar ideas políticas y no podemos competir con la televisión o con la prensa; sabe que su compromiso tiene que ser a más largo plazo y más en diálogo directo con la conciencia del lector. La literatura panfletaria pierde sentido. Por otra parte todos hemos aprendido el mal resultado que dieron los compromisos que significaba que el poeta se convirtiera en el cantor de un líder político o en el divulgador de las consignas de un partido. Ninguna conciencia poética puede ponerse al servicio de ninguna ideología, porque la independencia y la libertad también son muy importantes".

POEMAS DE Luis García Montero

CANCIÓN 19 HORAS

¿Quién habla del amor? Yo tengo fríoy quiero ser diciembre.
Quiero llegar a un bosque apenas sensitivo,
hasta la maquinaria del corazón sin saldo.
Yo quiero ser diciembre. Dormir
en la noche sin vida,
en la vida sin sueños,
en los tranquilizados sueños que desembocan
al río del olvido.
Hay ciudades que son fotografías
nocturnas de ciudades.
Yo quiero ser diciembre.
Para vivir al norte de un amor sucedido,
bajo el beso sin labios de hace ya mucho tiempo,
yo quiero ser diciembre.
Como el cadáver blanco de los ríos,
como los minerales del invierno,
yo quiero ser diciembre.

DEDICATORIA

Si alguna vez la vida te maltrata,
acuérdate de mí,
que no puede cansarse de esperara
quel que no se cansa de mirarte.

domingo, noviembre 26, 2006

Tristes cuentas de Sara Guadalupe


Aunada a la rechifla gigantesca que se llevó Sara Guadalupe Bermúdez (Sari para los empalagosos) en la entrega al Premio FIL a Carlos Monsiváis durante la inauguración de la Feria del Libro en Guadalajara, 2006, reproducimos este artículo para que el lector se dé idea del por qué el público rechazo a la des-funcionaria panista encargada de RoñaCulta





Las tristes cuentas de Sari
Judith Amador Tello
Proceso, 26 nov. 2006


La historia de las acciones del primer gobierno panista muestra significativos tropiezos, caprichos, banalidades y falta de transparencia en materia cultural. No se dieron los cambios que lo distinguirían de las administraciones priistas ni se cumplieron las promesas ofrecidas. Reporteros y colaboradores de este semanario ofrecieron a lo largo de estos seis años datos, hechos y testimonios que así lo asientan.
Con el descrédito de una competencia desleal y puesta en duda su capacidad, formación y experiencia para dirigir la política cultural de México por la comunidad intelectual, asumió Sari Bermúdez la presidencia del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) el 1 de diciembre de 2000.Aceptar el cargo fue uno de los primeros hechos en los cuales incumplió los ofrecimientos del período de transición, en el cual había garantizado que sería un grupo de head hunters quienes elegirían, en base a currículum y experiencia, al titular del Conaculta.

Se perfilaban varios candidatos, uno de los más fuertes era la antropóloga Lourdes Arizpe, quien dirigió el área de Cultura en la UNESCO e incluso había entregado un proyecto. Al final fue la decisión unipersonal de Vicente Fox quien impuso a Bermúdez. La crítica de arte Raquel Tibol, apelando a su honestidad, le dijo a la exconductora de televisión: “Usted no debió haber aceptado”.No faltaron quienes vieron la designación de la funcionaria no sólo como una decisión presidencial, sino como el resultado de haber escrito un libro apologético de Marta Sahagún de Fox, Marta, la fuerza del espíritu. La historia del nacimiento de un ideal para cambiar una nación, publicado por Gabriel Ediciones.En una entrevista con este semanario, Bermúdez contó, sin medir el significado de su anécdota, que cuando viajaba al extranjero en misiones de trabajo moría de ganas de ver los escaparates de la moda. Pero su director de Asuntos Internacionales, a la sazón Jaime Nualart (actual embajador de México en Egipto), la contenía: “No, Sari, la señora ministro de Cultura no puede ver aparadores”. Ella le regateaba: “¡Ay, Jaime, tantito!”, pero se conformaba al final con verlos de pasadita.Así, la mujer que ofreció sentar las bases de la política cultural del siglo XXI, como lo hizo José Vasconcelos en el XX, mostró uno de los rasgos de su gestión: la trivialización. Sus frecuentes viajes fueron objeto de auditorías por la Cámara de Diputados. Y según se públicó en marzo de 2005, había gastado 3 millones 670 mil pesos en 157 giras nacionales e internacionales. Admitió entonces que no viajaba en clase turista, sino ejecutiva, porque le parecía muy cansado.

Varias fueron las ocasiones en las cuales Bermúdez invocó al autor de las misiones culturales, al hombre que sí logró aglutinar a artistas, intelectuales, políticos y ciudadanos en torno de un proyecto que fincó las bases de la educación y la cultura, y cohesionó a la nación. Cuando los gobiernos neoliberales dieron al traste con ese modelo cultural, se hizo el vacío. Así lo señaló en su momento el filósofo Andrés Ordóñez al hablar de la urgente necesidad que tenía México de construir un nuevo paradigma. Pero lejos de haber logrado la creación de un nuevo modelo cultural –que articulara los esfuerzos de las distintas instituciones que en el país hacen o están vinculadas con la cultura, y entendiera que ésta es mucho más que las bellas artes–, se acentuó la desarticulación y la división institucional casi hasta la esquizofrenia. Sin coordinaciónComo en el resto del gabinete mismo, donde un día el presidente afirmaba una cosa y al siguiente era corregido y hasta desmentido por algún secretario de Estado o su propio vocero, más tardó el Conaculta en afirmar que el eje del programa sexenal sería el fomento a la lectura, cuando Francisco Gil Díaz, secretario de Hacienda y Crédito Público, anunciaba el IVA a los libros, el fin de la tasa cero a la industria editorial y gravaba con el ISR los derechos de autor. Como sin memoria, Hacienda hizo esta propuesta dos años consecutivos y sólo la organización de la comunidad artística impidió que se impusieran.Ante estas acciones, a las cuales se sumaron el intento de la SHCP de desaparecer algunas instituciones culturales, y al hecho de que el presupuesto cultural –dictado en las oficinas hacendarias– se fue reduciendo, los especialistas Néstor García Canclini y Ernesto Piedras han señalado (ver recuadro) que la política cultural foxista pareció dictarse en los sectores económicos y no en el propio Conaculta.

Hacia diciembre de 2000, el dramaturgo Víctor Hugo Rascón Banda criticó la atomización del sector. Contó como integrantes del Conaculta: dos órganos desconcentrados, tres descentralizados, cuatro empresas de participación civil mayoritaria, una asociación civil, un mandato, cuatro organismos no definidos, siete direcciones de área, siete coordinaciones nacionales y dos secretarías técnicas.Además de las actividades de promoción cultural en las secretarías de Hacienda, de Relaciones Exteriores –que cuentan con sendos acervos de arte–, de Economía y otras instancias del gobierno federal. El escritor propuso una reforma integral. Luego, como asesor y amigo de Bermúdez, aseguró que el gran logro de la presidenta del Conaculta fue que entregaría las instituciones como las recibió, pues no desapareció ninguna y “nada hay que lamentar, salvo lo del Casino de la Selva, el Wal-Mart en Teotihuacán y el caso de Remedios Varo, que rebasó las posibilidades legislativas del Conaculta”.

En realidad, en el contexto de las políticas contradictorias entre la SHCP y el Conaculta, dentro de la miscelánea fiscal para 2004, Hacienda sí propuso la desaparición de instancias como el Instituto Mexicano de Cinematografía, el Centro de Capacitación Cinematográfica, los Estudios Churubusco y Educal.Bermúdez prometió defender por “obligación y convicción” las instituciones. Dejó ver, sin embargo, no sólo la desarticulación institucional, sino que en su concepción el Conaculta, el presidente de la República y Hacienda no forman parte de una sola entidad:“Debo de apoyar a las instituciones culturales, porque para eso me puso aquí el señor presidente.”–¿Aunque la propuesta fiscal venga de él?–Nadie ha dicho que la propuesta venga de él…–Viene del Ejecutivo…–La Secretaría de Hacienda es quien incorporó a la miscelánea fiscal...Se había incluido también entre las instituciones por desaparecer al Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías. Visto con un enfoque más económico que asistencialista, el sector artesanal podría considerarse una de las industrias culturales del país, tema que se supone interesaba al Conaculta en este sexenio. No obstante, Sari Bermúdez dijo entonces que no le correspondía defender su permanencia, pues ya bastante trabajo tenía con el Conaculta:–Pero es parte de la cultura popular.–Ya sé, pero no está dentro de mi jurisprudencia, y yo necesito dar la batalla fuerte por el cine y por el proyecto Hacia un país de lectores, porque eso es lo que espera de mí el presidente.No fue el único caso en el cual hubo contradicciones en el Ejecutivo o el Conaculta prefirió hacerse a un lado. La aprobación de la Ley de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados –conocida como Ley Monsanto– fue otro caso. Su discusión se dio justo cuando el consejo promovía a la gastronomía mexicana para ser incluida en la lista de patrimonio inmaterial de la UNESCO, que a final de cuentas no obtuvo. Se destacaba en el expediente entregado al organismo internacional que la cultura estuviera basada en el maíz y, sin embargo, el Conaculta no participó en los debates de la ley que permite la introducción de maíz transgénico.
Rispidez con el Legislativo, La simple sobrevivencia de las instituciones culturales creadas en el régimen priista no bastó a Bermúdez, quien desde su incursión en la campaña hacia la Presidencia de Vicente Fox anunció que habría cambios notorios. Al final, no hubo ninguna reforma al sector cultural. Anticipaba hace un año Rascón Banda, cuando se le cuestionó que habían pasado cinco años y no se sentaron las bases de un proyecto cultural a futuro: “Esa sería la factura en caso de que para el 1 de diciembre del año que entra, en el cambio, no haya ley de cultura. Sería la deuda pendiente, la asignatura que dejaría Sari y sería juzgada por la historia porque no logró la reforma, pero vamos a esperar un año.”Pasó el año y no hubo reforma. No hubo ley de cultura. Como su antecesor Rafael Tovar, Bermúdez se va sin resolver el estatus jurídico del organismo que se supone rector de la cultura.
Mal y tarde, pudo resumirse, pues a cinco años del inicio de su gestión Vicente Fox presentó ante la Cámara de Diputados la iniciativa de Ley de Fomento y Difusión de la Cultura, elaborada en un despacho privado. Desde que se dio a conocer, filtrada a la prensa en agosto de 2004, el proyecto legislativo obtuvo un amplio rechazo de la comunidad artística e intelectual. Entre varias de sus deficiencias, se dijo que no modificaba en nada al sector, sino sólo pretendía legalizar el aparato burocrático. Marginados por el Conaculta, los sectores académicos, artísticos, intelectuales y de trabajadores de la cultura organizaron sus propios debates en torno de lo que debería hacerse en materia legislativa, se acercaron al Congreso de la Unión y lograron que la ley no se aprobara.
Tras ese rechazo, se modificaron algunas partes del proyecto, no lo esencial, y se le cambió de nombre para presentarlo nuevamente a la discusión de los legisladores. Por ello, la comunidad le puso por nombre “clon de la Ley Bermúdez” y volvió a organizarse para que no les dieran un madruguete con su aprobación. Todavía en los últimos días de la pasada legislatura se apostaron frente al Palacio de San Lázaro grupos opositores a la ley, que presionaron para que el proyecto no se dictaminara en la Comisión de Cultura. Hace unas semanas, integrado ya el nuevo Congreso, se habló de la posibilidad de “revivir” la propuesta, pero el diputado perredista Emilio Ulloa, actual presidente de la Comisión de Cultura de la Cámara baja, aseguró que el proyecto está desechado.Al tiempo que la comunidad cultural batallaba contra la llamada Ley Bermúdez, en el Senado se aprobó un proyecto legislativo sobre el nuevo federalismo en el cual se reformarían los artículos 27, 73, 115, 116 y 124 constitucionales. De esa forma, se aprobaba la concurrencia con la federación, de estados y municipios en materia de patrimonio cultural, con lo cual, a decir de varios especialistas, se abriría la puerta a la privatización y comercialización de zonas y monumentos arqueológicos, artísticos e históricos, y se pondría en riesgo su conservación.

De nuevo fue la comunidad académica y cultural la que se movilizó para organizar debates en torno al tema y oponerse a su aprobación en la Cámara de Diputados. Del lado institucional, sólo los funcionarios del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) se manifestaron en contra, aunque tardíamente. En el Conaculta y en el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), optaron por guardar silencio. En el mismo campo legislativo, se generó una confrontación entre el Ejecutivo y las cámaras cuando Fox decidió vetar la ya aprobada Ley de Fomento para la Lectura y el Libro, no obstante que era el tema central de su programa cultural y tenía el respaldo de los editores agrupados en la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana, la Asociación de Libreros Mexicanos, librerías, escritores y otros actores de la cultura.Fox vetó la ley amparado en que la Comisión Federal de Competencia (Cofeco) consideró que el precio único propuesto en ella equivale a una práctica monopólica. La Cofeco advirtió también sobre los monopolios con respecto a la Ley Federal de Radio y Televisión, llamada Ley Televisa, pero en este caso Fox no tuvo empacho en darle curso a su publicación una vez aprobada en el Congreso. Pese a que el duopolio Televisa y TV Azteca, beneficiarios sin duda de este proyecto legislativo, emiten contenidos culturales que han sido cuestionados, el Conaculta tampoco participó en los debates de esta ley, como no lo hizo en los de la Ley Federal de Telecomunicaciones ni en el Acuerdo de Convergencia.
MegalomaníaSin duda, uno de los asuntos más polémicos en el sexenio foxista fue la construcción de la Biblioteca Vasconcelos (BV), rebautizada como megabiblioteca y calificada como faraónica y dispendiosa. Desde su presentación en la Biblioteca de México en la Ciudadela, con el espaldarazo del escritor Carlos Fuentes, el proyecto fue cuestionado, pues se planteó inicialmente como la creación de la Biblioteca Nacional cuando ésta existe ya en Ciudad Universitaria.
Junto con la propuesta de esta obra, se planteó la idea de crear un museo de arte contemporáneo (MAC) a un lado del de Arte Moderno en Chapultepec. La crítica de arte Raquel Tibol comentó en su momento, que “cada funcionario le vende una idea distinta a la presidenta del Conaculta, supongo que Luis Martín Lozano (director del MAM) le vendió la idea del museo de arte contemporáneo, en lugar de proveer al MAM de lo que le hace falta”.Ni se creó el MAC ni se dotó al MAM de todo lo que le falta. Por el contrario, la crítica de arte Blanca González Rosas reseñó en una de sus columnas de este semanario el lamentable estado en el cual se encontraba el museo. Su acervo apenas creció durante este sexenio –el cual siguió la tradición de no destinar recursos para la adquisición de obras–, básicamente mediante donativos.En cambio, en la megabiblioteca, obra del arquitecto Alberto Kalach, se invirtieron oficialmente mil 189 millones, de los cuales más de 4 millones 200 mil pesos fueron para el concurso internacional de arquitectura.
Las cifras del proyecto fueron objeto de investigaciones por parte de diputados de la anterior Comisión de Cultura en la Cámara baja. Según el ahora exdiputado del PRD Inti Muñoz, la obra alcanzó los mil 983 millones de pesos, cuando Jorge von Ziegler, exdirector de Bibliotecas del Conaculta y ahora director de la megabiblioteca, había asegurado que la edificación no rebasaría los 700 millones de pesos.Muñoz denunció también, luego de que los diputados rechazaron otorgar presupuesto alguno para la biblioteca en el ejercicio correspondiente a 2005, que se habían recortado recursos al INAH, el INBA, los Estudios Churubusco, Canal 22 y Radio Educación, para destinarlos a la megabiblioteca. Miembros del Patronato de la BV fueron cuestionados por Proceso sobre el particular, pero dijeron no saber al respecto, aunque no dieron elementos para afirmar lo contrario.
La Auditoría Superior de la Federación investigó, por su parte, y descubrió no sólo falta de transparencia en el ejercicio de los recursos, sino transferencias irregulares y hasta la compra de 11 vehículos Renault, para los funcionarios del Comité Administrador del Programa Federal de Construcción de Escuelas (CAPFCE), responsable de la construcción del edificio.Nunca pudo Von Ziegler demostrar con documentos o estudios la necesidad de construir esta obra, y aunque hay quienes consideran que cualquier incremento a la infraestructura cultural es bienvenido en un país tan carente como México, tampoco se justificó la razón por la cual se construyó casi en el centro de la Ciudad de México y a pocos kilómetros de la Biblioteca Nacional de Ciudad Universitaria y de la Biblioteca de México en la Ciudadela.
El también escritor tampoco fue capaz de explicar cómo cumpliría con su objetivo de poner al alcance de todos los mexicanos la información, pues primero afirmaba que tendrían acceso gracias a los transportes que operarían en la estación de Buenavista. ¿Y quienes viven fuera de la zona metropolitana? Vía internet, se suponía, pero según cifras publicadas por el propio Conaculta en su página web, entre 2000 y 2005 sólo mil 525 bibliotecas fueron incorporadas al servicio de cómputo e internet, cuando la red nacional consta de 7 mil bibliotecas.

Pablo García Sáinz, director de la Asociación Civil que formalizó el nuevo patronato, luego de la escandalosa salida de éste del empresario Bernardo Domínguez Cereceres, dio a conocer en diciembre pasado que para digitalizar y poner en red el acervo de la biblioteca pasarían al menos 10 años. Cuando por fin se logre, podría no quedar dentro de esta biblioteca, pues también informó que los convenios firmados para el fin no son con la Vasconcelos, y podrían operarse en una biblioteca virtual o cualquier otro espacio, incluso una compañía privada como Pegaso, de la cual es dueño Alejandro Burillo, ahora expresidente del patronato.

El experto en digitalización de acervos Óscar Mondragón dijo hace tiempo que con 1 millón de pesos al mes se podrían colocar en línea entre 70 mil y 80 mil libros, lo que significa que con el presupuesto inicial de la megabiblioteca, 800 millones de pesos, se lograrían poner en red 56 millones de libros. La inauguración de la Vasconcelos fue alcanzada por lo electorero: se realizó antes de haberse terminado, con apenas 50% de los trabajos de digitalización, con problemas de goteras, con sólo 500 mil libros en su acervo, que se elevó ya a 600 mil. En cambio, se gastó en pagar e instalar una obra de Gabriel Orozco, hecha con el esqueleto de una ballena, a quien Sari Bermúdez no tuvo recato en llamar su artista “consentido” en un acto público.Igual sucedió con el Centro Cultural Bella Época y Librería Rosario Castellanos, donde el arquitecto Teodoro González de León, responsable de la obra de remodelación del antiguo cine Bella Época, que alberga ambos espacios, reprochó que se acortaran los tiempos “por las prisas políticas”. Bastó una lluvia intensa, que derrumbó el plafón de la librería, para pagar el costo de la premura.

Antes de la inauguración de la Vasconcelos, un grupo de intelectuales llamó a las autoridades culturales a que, si ya se había hecho el gasto, pese a la oposición de varios sectores, mejor se destinara la obra al Archivo General de la Nación, donde se resguarda la memoria histórica del país en riesgo por la amenaza de desbordamiento del canal cercano al antiguo Palacio de Lecumberri. En su modo de ver a la cultura, sólo como una parcela del país, Bermúdez respondió que ese no era su problema.Para luegoCuestionado por coleccionistas como Ricardo Pérez Escamilla y Andrés Blaisten, el proceso legal llevado en la lucha por el acervo de 38 obras de Remedios Varo Uscanga (1908-1963), cumplió la sentencia que varios críticos le avizoraban: no se solucionó en este sexenio, pasa a ser uno de los pendientes que deberá resolver la próxima administración.

En junio pasado, Bermúdez y el abogado Javier Laynez, subprocurador jurídico de la PGR, anunciaron que el Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito reconoció a la procuraduría la “facultad jurídica para defender, por la vía del derecho, las obras... como bienes del dominio público de la federación”.Ya se había insistido en que las obras son patrimonio nacional y, por tanto, no debía litigarse en la Tercera Sala de lo Familiar, donde se llevaba el caso. Con la PGR al frente, se reinicia el juicio y queda sin efecto lo litigado anteriormente, donde –cabe destacar– el INBA había recibido varios reveses frente a Beatriz Varo Jiménez, sobrina de la pintora.Igualmente sin resolver queda el proceso que el Órgano Interno de Control del Conaculta llevaba contra Dolores Creel Miranda (excoordinadora de la desaparecida Unidad de Proyectos Especiales UPX, creada en la administración de Bermúdez contra la Ley de Presupuesto, Contabilidad y Gasto Público) por un presunto “daño o perjuicio” de 1 millón 902 mil 888 pesos. Todo se desencadenó luego de que la videoasta fue asaltada el 6 de diciembre de 2003 en Periférico Sur y despojada de 248 mil pesos que se utilizarían para realizar en India un video homenaje a Octavio Paz.Bermúdez enfrentó varios cuestionamientos a lo largo de su gestión, iniciados con el nombramiento de sus colaboradores.
Algunos de ellos no llegaron al final, como Víctor Hugo Rascón Banda, nombrado asesor, aunque hace un año negó que lo siguiera siendo; Andrés Roemer, quien fuera secretario técnico; Sergio Raúl Arroyo e Ignacio Toscano, exdirectores de las dos instituciones-pilar, INAH e INBA, respectivamente; y Lucina Jiménez, extitular del Centro Nacional de las Artes. A finales del año pasado y principios de éste, dejaron el INAH funcionarios que habían hecho pública su oposición a la Ley Bermúdez.Cuando formó parte de la campaña, Bermúdez anunció que una de sus primeras acciones sería trabajar en el proceso de descentralización de la cultura, pues Tovar y de Teresa había sentado las bases para que el gobierno foxista arrancara “fuerte”. María Cristina García Cepeda, entonces secretaria técnica del Conaculta, le replicó que no sólo se habían sentado las bases, sino que se habían realizado acciones importantes y “los resultados están a la vista”. Ahora le toca rendir cuentas a ella y explicar si cumplió con los objetivos de hacer reformas legales para dar carácter constitucional al derecho de las culturas y a la cultura; crear una ley general de cultura; una reforma orgánica del Conaculta y sus instituciones; reformas fiscales para estimular la creación artística y la protección del patrimonio cultural; instalar consejos consultivos de cultura, uno a nivel federal que asesore a la presidenta del Conaculta, y consejos estatales y municipales, que complementen la labor de las instituciones ya existentes; incluir asignaturas artísticas obligatorias como parte de la enseñanza formal en el Sistema Educativo Nacional y propiciar la toma de conciencia sobre la importancia que tiene el patrimonio cultural de México; impulsar una campaña en escuelas y medios de comunicación que propicie la participación voluntaria de los ciudadanos, y promover el surgimiento de nuevas industrias culturales y otras actividades productivas, que se propuso al inicio de su gestión.

Las cuentas alegres de la gestión de Bermúdez se preparaban para el viernes 24, día de su informe, cuando ésta edición ya cerró. El lugar: su búnker de la biblioteca inacabada.

Premio FIL a Monsiváis


Premio FIL 2006, a Monsiváis

Héctor de Mauleón
El Universal, Domingo 26 de noviembre de 2006

GUADALAJARA.- "Por lo menos hoy no podré dedicarme a la tristeza", dijo Carlos Monsiváis al recibir el premio FIL de Literatura 2006. La presidenta del Conaculta, Sari Bermúdez, bajaba en cambio del estrado con el semblante demudado. Una multitud la abucheaba. El grito de "¡fuera! ¡fuera!" estalló tres veces. Había acompañado el minidiscurso de agradecimiento que la funcionaria apenas pudo balbucear. Carlos Fuentes, José Saramago, Gabriel García Márquez y Nadine Gordimer, en la mesa de honor, quedaron paralizados. José Emilio Pacheco, caballerosamente, pidió silencio con las manos. Pero era tarde. La fiesta se había aguadado, en la que acaso iba a ser la última presentación pública de Sara Guadalupe Bermúdez. La funcionaria abandonó el salón llorando.

Colas interminables, tumultos en la puerta de entrada, lleno total, incluso ausencia de espacios dónde respirar y dónde moverse, fueron los elementos que decoraron el acto de premiación con que quedó formalmente inaugurada la presente edición de la FIL.
Un Monsiváis radiante encarnaba el género literario que ayer fue añadido por fin a las consideraciones estéticas del jurado de la FIL: la crónica.

Pacheco y Monsiváis se conocieron hace medio siglo, gracias a los artículos que ambos publicaban en la revista Estaciones, dirigida por Elías Nandino. Ahora, en un mundo distinto, transformada su vieja amistad en la "relativa familiaridad" que la monstruosa ciudad de México propicia, José Emilio recordó los días en que ambos solían ser antisolemnes, y en ese tono hizo la semblanza del escritor galardonado.

Frente a un público que celebraba cálidamente sus palabras, Pacheco aseguró que nadie puede responder a la pregunta: "¿Quién es Carlos Monsiváis?". Reveló que Monsiváis murió en realidad en 1980, víctima de una excesiva humildad escritural, y que entonces se contrató a un viejo actor de la Época de Oro del cine mexicano para que lo sustituyera. "Es ese actor quien escribió, en un búnker subterráneo de Portales, todo lo que hemos leído y releído desde entonces", aseguró.

Existe, sin embargo, una segunda versión sobre el misterio que envuelve a este personaje: Pacheco relató que, una tarde de 2004, el autor de Días de guardar presentó un libro en el Fondo de Cultura Económica. "A la misma hora estaba presentando otro en El Colmex, y simultáneamente asistió a una mesa redonda en la Sala Manuel M. Ponce". Todo esto ocurría mientras Monsiváis era también entrevistado en vivo por televisión, y mientras contestaba preguntas del público en un programa de radio.

Para Pacheco, tal ubicuidad sólo es explicable mediante el avance de la ciencia y el triunfo de la clonación: "Hay un ejército de Carlos Monsiváises que se fingen un solo hombre", dijo.
Luego, aseguró que, cuando en el año 2038, la FIL celebre "en su presencia" el centenario de Monsiváis (y se devele su estatua ecuestre), 2006 será recordado como el año de la primera apoteosis monsivaíta. El año en que llegó el Premio Nacional de Literatura, el año en que llegó el López Velarde, el año en que llegó el premio de la FIL.

Un día, aseguró Pacheco, el archivo secreto del Cisen dará a conocer las conversaciones telefónicas de Carlos, y entonces descubriremos una de las vertientes mayores de su obra, y comprenderemos por qué Monsiváis es el más público y el más secreto, el más elocuente y el más reservado de los escritores mexicanos.

Durante su discurso, Pacheco destacó las facetas menos conocidas de Monsiváis: su labor como crítico de la poesía mexicana en una época en la que ésta era desdeñada por todos, y sus relecturas extraordinarias de los también desdeñados escritores del siglo XIX, las cuales sirvieron para revitalizar, entre nosotros, dicha tradición.
José Emilio cerró con la frase que en 1972 Octavio Paz dedicó al autor galardonado: "Carlos Monsiváis es un nuevo género literario".

-Es un acierto de la FIL consolidar este género -dijo.

En su turno, el primer ganador del FIL 2006 -luego de que éste debiera renunciar al nombre de Juan Rulfo-, se encargó de contradecir a Pacheco.

Lo que pedí es un busto ecuestre -dijo. Y después añadió:

-Después de oír a José Emilio tiendo a pensar que existo.

Mientras la gente reía, lo ovacionaba o gritaba: "¡Carlos, no te mueras nunca!", Monsiváis anotó que el mayor enemigo de la lectura no es el culto de la imagen, sino la catástrofe educativa en la enseñanza pública y privada, robustecida por el desprecio a las humanidades. El detrimento magisterial y el crecimiento del analfabetismo funcional.

-El 63% concluye la primaria sin saber escribir, lo que demuestra -dijo, mirando a las luminarias que lo acompañaban en la mesa de honor- que tenemos competidores.

Luego de criticar a la jerarquía católica por proponer cambios en el artículo 24 constitucional (quitar "libertad de cultos" para poner "libertades religiosas"), hizo referencia a "las alusiones perdidas", ese ejercicio de la memoria colectiva ("del que forman parte la Biblia, los clásicos grecolatinos y la historia antes del 11 de septiembre"), que hoy "sólo se deja a las ocasiones de contento" porque "el ayer se considera denso, aburrido, dificultoso".

-En este panorama -concluyó-, poco del legado clásico parece firme. El mayor peligro para la novela es la pretensión de eliminar la complejidad, es la infantilización de la sociedad.
Vinieron los aplausos. Y luego, el abucheo de un régimen que desdeñó la complejidad e infantilizó a su modo a la sociedad.