lunes, noviembre 27, 2006

El poeta y la literatura barata


Durante la Feria del Libro de Guadalajara, 2006, se ha invitado a un nutrido grupo de poetas andaluces. El escritor Luis García Montero es cabeza visible de esta delegación. Presentamos, además, dos poemas de este autor.

Ma. Elena Matadamas
El UniversalDomingo 26 de noviembre de 2006.

GUADALAJARA, Jal.-Es de Granada, provincia en la que nació y creció uno de los grandes clásicos de España en cuanto a literatura se refiere: Federico García Lorca, y que también vio nacer a Francisco Ayala, uno de los novelistas y ensayistas más importantes de la Generación del 27, quien acaba de celebrar un centenario de vida.
Es de Granada, una ciudad que le presta especial importancia a la poesía, por lo que anualmente se concede en ella el Premio Nacional dedicado a ese género que lleva el nombre de Lorca, para reconocer la trayectoria de grandes poetas de nuestra lengua (la última edición se otorgó al mexicano José Emilio Pacheco).

Por su edad (48 años), capitanea a los autores de las generaciones más recientes que forman parte de la delegación de escritores andaluces que participan este año en la celebración del 20 aniversario de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, que ayer inició en esta ciudad, y a la que ha llegado con tres nuevos libros bajo el brazo: Los dueños del vacío (La conciencia poética, entre la realidad y los vínculos), Marginales y Poesía 1980-2005, editados por Tusquets.

Es Luis García Montero, quien desde la sinmodestia subraya: "El peso de Granada se debe a la calidad de la poesía que se escribe allí. Buena parte de la poesía contemporánea última que ha trascendido en la cultura española se ha escrito por gente que ha tenido que ver con Granada, que nació o ha vivido allí. En la universidad granadina hay un departamento de estudios hispanoamericanos, ha habido una tradición de estudios de la poesía y de la literatura latinoamericana muy relevante y se han establecido muchas relaciones entre escritores locales e hispanoamericanos".

Asegura este escritor que "las autoridades se han dado cuenta de que a la hora de defender la imagen de Granada hacia el exterior no hay más remedio que contar con la cultura y con la tradición literaria. Así, el Ayuntamiento que instituyó el premio García Lorca ha declarado a Granada como la Ciudad Poética Española. Son títulos un poco sacados del propio humo. Y el proyecto cultural más importante de la Granada actual, quizá sea la creación de un gran centro cultural Federico García Lorca, donde estará la fundación del mismo nombre".

Del orgullo local pasa al nacional cuando precisa que la poesía española ha tenido siempre un peso muy importante en Andalucía, desde los clásicos como Luis de Góngora, hasta los poetas contemporáneos. Si hablamos de los del siglo XX, vemos: Cernuda nació en Sevilla, García Lorca en Granada, Manuel Altolaguirre en Málaga, Vicente Alexandre en Sevilla pero se educó en Málaga. Buena parte de los mejores poetas españoles pasando por Juan Ramón Jiménez o Antonio Machado nacieron en Andalucía. "Aunque, rectifica, no creo que el ser de Andalucía te convierta en un poeta importante".

No obstante, con base en su relación con la poesía hispanoamericana (dirige una colección de ella en la editorial Visor, y también la revista dedicada a ese género de Casa de América), el catedrático de Literatura Española de la Universidad de Granada considera que la mejor poesía en español es la que se está escribiendo ahora en países como Colombia y México.
"Hay una máxima altura en esas dos poesías. Interesa la calidad, el entender que la poesía es un ejercicio de conocimiento y de reflexión moral, de reivindicación de las conciencias individuales pero para interpretar la realidad. Y en esa línea, la poesía que se hace en México me interesa, porque apuesta más que por la retórica y por el gran espectáculo del vocabulario que a veces le afectan mucho a la de tradición hispánica", expresa.

-Sin embargo, sigue siendo un género minoritario -se le pregunta.
"Si bien no participa de los grandes movimientos de mercado como lo hace cualquier otro género artístico, tiene consecuencias culturales a largo plazo. El mercado genera fenómenos que se devoran enseguida y que desaparecen, o sea, tienen una importancia en el consumo inmediato; por otra parte hay géneros que aunque no se vendan mucho pueden significar un patrimonio muy importante".

De esta condición de "género minoritario", Montero no exculpa a los autores, pues cree que si no hablan de cosas que le interesan a la gente es difícil que ésta se interese por la poesía.
"Precisamente como ha sido un género minoritario, desde el siglo XIX, los poetas han caído en la tentación de decir que como la gente no se interesa en nosotros, no nos vamos a interesar por la gente. Y se han inventado un lenguaje que no es el de la gente, y se han creído que hablar de la realidad histórica y cotidiana, lo que significa vivir a principios del siglo XXI, con el tratamiento más riguroso posible pero con el lenguaje que corresponde a esta época, no es responsabilidad suya. De manera que muchas veces el género poético huele a cerrado.

-En este contexto, ¿en dónde ubica que están los principales retos del poeta actual?

-En no abandonarse a la literatura barata, populista, de best sellers, del consumo barato, y por otra, no encerrarse en una especie de erudición elitista que aleje al género de la realidad viva de la cultura.
"La poesía, puntualiza, tiene que ser consciente de en qué mundo vive. Los poetas son ciudadanos que tienen una experiencia histórica muy parecida a la del resto de la gente que habitamos el mundo a principios del siglo XXI. Lo que es importante es no perder la conciencia histórica del momento que vivimos, para saber también cuál es la respuesta que desde la poesía se le puede dar a este mundo. Aunque es verdad también que hay sinergias culturales que son más consumistas, más pragmáticas, que no se llevan bien con el espíritu tradicional que ha representado la poesía."

-¿Se refiere al escritor comprometido?

-La imagen del poeta que quiere ser el iluminado, el faro que dirija los pasos de la sociedad a través de sus versos, eso ya es imposible. Uno sabe que cinco minutos de televisión en un programa con mucha audiencia tiene más consecuencias en la opinión pública que el mejor poema del mejor de los poetas. Así que más que optar por esa postura sacerdotal, hay que comprender que el ámbito de la poesía es otro, es el de la reivindicación de la conciencia individual en un mundo que la liquida y que acaba con los espacios públicos. Ese ejercicio de conciencia crítica en un mundo que suele cerrar los ojos ante la realidad a largo plazo tiene sus efectos.
En este escenario, el poeta granadino reafirma su fe en el poder de la palabra y defiende la importancia de seguir reivindicando la utilidad de la literatura y de las humanidades en el mundo en el que vivimos.
"La poesía se va ajustando al tiempo en el que vive, entonces, el compromiso poético ahora es distinto al de antes, primero porque existen otros medios para divulgar ideas políticas y no podemos competir con la televisión o con la prensa; sabe que su compromiso tiene que ser a más largo plazo y más en diálogo directo con la conciencia del lector. La literatura panfletaria pierde sentido. Por otra parte todos hemos aprendido el mal resultado que dieron los compromisos que significaba que el poeta se convirtiera en el cantor de un líder político o en el divulgador de las consignas de un partido. Ninguna conciencia poética puede ponerse al servicio de ninguna ideología, porque la independencia y la libertad también son muy importantes".

POEMAS DE Luis García Montero

CANCIÓN 19 HORAS

¿Quién habla del amor? Yo tengo fríoy quiero ser diciembre.
Quiero llegar a un bosque apenas sensitivo,
hasta la maquinaria del corazón sin saldo.
Yo quiero ser diciembre. Dormir
en la noche sin vida,
en la vida sin sueños,
en los tranquilizados sueños que desembocan
al río del olvido.
Hay ciudades que son fotografías
nocturnas de ciudades.
Yo quiero ser diciembre.
Para vivir al norte de un amor sucedido,
bajo el beso sin labios de hace ya mucho tiempo,
yo quiero ser diciembre.
Como el cadáver blanco de los ríos,
como los minerales del invierno,
yo quiero ser diciembre.

DEDICATORIA

Si alguna vez la vida te maltrata,
acuérdate de mí,
que no puede cansarse de esperara
quel que no se cansa de mirarte.