El tranco vacilante de Felipe Calderón
El tranco vacilante de Felipe Calderón
Por Ignacio García
Cartón por McDavid
Mal se le ve a Felipe Calderón (FECAL, por sus siglas ad hoc de nombre, primer apellido y su forma de hacerse del poder) en su paso hacia la toma del poder presidencial.
En tanto Oaxaca arde y el conflicto se extiende a más zonas de la República Mexicana, Fecal no parece tener ni voz ni voto, menos representatividad o presencia en las entrañas del problema oaxaqueño. Por el contrario, muy a paso coji-corto, el presidente defecto de México ha utilizado estos días para tratar de solucionar en el extranjero lo que no puede hacer en su propio país. Ya en Canadá, Argentina y Chile ha ido a ofrecer lo que no tiene, al grado de que legisladores mexicanos han advertido a algunos de aquellos países, que lo ofertado por Fecal es más verborrea que realidad. Fecal se parece a uno de esos hombres que en lugar de poner orden en su casa, anda por el vecindario a ver quién le presta, creyendo que la casa se va a poner en orden con lo que le arrimen los vecinos.
Siguiendo el mal ejemplo de Fox el inepto, Fecal ha comenzado con la rendición de pleitesías y discursos amañados, con tal de tratar de ocultar y distorsionar la realidad mexicana; queriendo tapar el sol con el mismo dedo que fraudulentamente lo hizo presidente.
Pronto, por ejemplo, estará en la Casa Blanca, para la consabida pasarela del besamanos al gobierno de George W. Bush. Lo malo para el paso atropellado de Fecal es que llega a recibir órdenes en el peor de los momentos, tanto para él como para el ranger de Texas. Primero, porque una buena parte de los congrecistas americanos no está muy seguro de la legitimidad de Fecal como presidente defecto. Segundo, porque quienes sí avalan su investidura, lo hacen bajo sospecha-con-ganacia; es decir lo consideran uno que será mandatario de medio-pelo. En ello va una enorme ventaja para los políticos del Tío Sam, tanto como para presionarlo hasta donde se pueda, como para negarle lo que pida o sólo aventarle algunas migajas sólo por complacerlo. Tercero, porque llega al besamanos con un Bush a punto de perder la mayoría republicana en el Congreso; de perderla, la mayoría demócrata podrían pedir (por mentiroso e inepto) su renuncia, e incluso ser llevado a juicio político por mentir a la nación sobre su aventura ranchera en territorio iraquí. Cuarto, porque Fecal va, simbólicamente hablando, no con visa de jefe electo, sino como vil brasero tratando de saltar el muro fronterizo que el cowboy le construyó, así sea en papel y tinta.
Así Fecal, llegará desarmado. No parece haber aprendido la lección que le dejó el otro ranchero, el mexicano. No asimiló que por más caravanas que el inútil de Fox le hizo a su par, no obtuvo sino un palmo de narices. Durante diez, doce entrevistas con Bush, el ya saliente mandatario mexicano engañó a todo mundo con el cuento de que habría un "acuerdo migratorio". Lo que hubo fue un escandaloso fracaso de la política exterior mexicana y la respuesta de un Bush que, no sé cómo traducir... Pero, se ahueca una de las manos, se estira el dedo índice de la otra (recogiendo los otros cuatro dedos) y luego, con fuerza esa mano se deja caer con fuerza sobre la primera, y se dice: "¡Toma, porque adivinaste!"
Calderón, no se dude, irá con la cola entre los trancos, a decir ¿qué? "Oye George, no manches, ya no levantes el muro... mira que soy tu cuate". Lo que Bush podría contestarle, en un inglés provinciano, es: "Aquéllos también son cuates...Y no se hablan" En vez de parársele a Bush con arrestos y reclamar por lo degradante del muro fronterizo, Fecal (no le queda de otra) irá a recibir órdenes al ajuste de la impotencia. Sólo, a razón de que a ésta se le añada sumisión, tal vez el gobierno norteamericano se digne a escuchar algunas de las propuestas de Fecal, únicamente para espulgar las que convienen al imperio, obligar a las que competen a sus intereses y tirar a la basura las que no son de su interés... ¿A eso va el presidente defecto? ¿Abrirá su período en la presidencia con noticias halagadoras para los mexicanos? Corto cómo es, de inteligencia y otras cosas, lo dudamos.
La cosa parece peor para Fecal en lo referente a su acto de toma de posesión. El escenario para él no se parece nada a uno que presume de democrático y cambiante. Ya él tiene el antecedente de la noche en que Fox se convirtió en el office boy más caro del mundo, al no poder vocear su des-informe desde la tribuna del Congreso, y tener que tragarse sus propias palabras: "Entregas, y te vas". La amenaza para Fecal parece la misma: no pasará por ahí.
Con por lo menos unos 11 millones de votantes, a quienes el desaseo de unas elecciones los ha dejado con la duda de una elección legítima; con una ventaja entrampada de apenas el 0.58%, y la duda sembrada por un Tribunal Federal Electoral que decidió que "sí, Fox metió las manos en las elecciones... pero esto no influyó en el peso de las mismas"; con todo esto, la toma de poderes de Fecal parece complicársele. Más aún: lamentablemente para él, un buen número de esos millones que dudamos de su legitimidad, somos los que nos levantamos del sillón para protestar; en tanto que los "suyos" parecen confinados al mullido sofá, desde donde esperan que Televisa, TV Azteca y el editorial de periódicos sumisos, defiendan y avalen a su "ganador".
La ilegitimidad tiene su precio. La guerra sucia va arrojar su botín. La victoria parece pírrica. Ante esto, el comité de transa-acción de Fecal, sopesa los escenarios donde el corto de visión pueda recibir del otro el cambio de poder. Tener que elegir entre uno y otro lugar es absurdo en un país que presume de tener un aparato guardián como el IFE. Ya ni siquiera en tiempos de Salinas de Gortari, hubo tal movilización para darle vuelta al asunto de la transición de poder. Pero así es la cosa en el campamento de Fecal.
Tres son los escenarios que se manejan. Uno, que la cosa se haga en "privado": Fox se despoja (por fin) de la banda presidencial y se la endilga a Fecal en un acto simbólico y sin-público. Lo cual no funciona pues debe haber mayoría de senadores y diputados que den fe del asunto. Dos, que la toma de poder se lleve a cabo en provincia (al fin ya Fox se la sabe: ya se fue a Dolores Hidalgo cuando fue repudiado e impedido a dar el Grito en el Zócalo de la capital mexicana). Esta posibilidad parece ser la más sensata, si bien no la menos espectacular ¡Qué van a decir los invitados, arzobispos, gente popof y nerds! ¡No!, mejor...Tres, que la ceremonia se lleve a cabo en el Auditorio Nacional. Allí Fecal podría tomar protesta sin que nadie le pueda protestar.
La elección del sitio está bien calculada. No es lo mismo que las tanquetas y demás armamento sean vistos desplazándose por las calles hacia San Lázaro, que entre los árboles del bosque de Chapultepec. Por otro lado, si la cosa se pone color de hormiga, y el "contingente" de guardia no alcanza para cubrir a Fecal, ahí están cerquitita el Campo Marte y el bunker de la Guardia Presidencial. Ahí, es más fácil ver el bosque y perder de vista el árbol, para delicia de los "reporteros" pagados que se lucirían con notas como "Sin novedad", "tranquilidad absoluta", "sólo unas tres personas levantaron mantas...", etc. Punto aparte de que, a campo abierto, Fecal podría llegar (como llega Luis Miguel) sin que la gente lo "toque". Porque no es lo mismo sortear las calles --ya no digamos en un auto descubierto como se hacía en los momentos más pantagruélicos del tricolor-- en un auto blindado, que arribar en un claro del bosque en su pelelicópetro (aparato volador de Fecal ya conocido así por el ingenio popular)... Si bien, también podría llegar de incógnito a bordo de su autobús, ahora llamado "El hijo del-desoriente".
Finalmente, Fecal llegará a su toma de posesión con la pesada losa de tener a su lado, y por adelantado, a otro presidente que ha prometido hacerle sombra hasta cuando vaya al baño. Diez días antes de su ceremonia, Andrés Manuel López Obrador se habrá convertido en el presidente legítimo de aquellos casi 11 millones (y más que se le sumen ante la ineptitud mostrada por Fox ya de salida). Eso también tiene preocupado (no sé si a Fecal) pero sí a muchos yunquistas que urdieron la trampa para llevarlo al poder.
Con todo esto encima, ya no se sabe si además del paso vacilante, Fecal añadirá la copia al carbón del gobierno foxista: el discurso falaz, la mentira como norma, el desprecio a la inteligencia de los demás. De ser así, vayamos escogiendo a ese andar un tema musical. Propongo aquel del burro de la película de Pedro Infante, en donde éste le cantaba: "Un pasito pa' delante...diez pasitos para atrás"
1 Comments:
Indiscutible análisis de lo que se le avecina al hijo desobediente... al "jinete" sin caballo... al ranchero sin botas.
Aquel que amaña situaciones no creibles y que cree podra gobernar medio país... Gracias Nachito por tus líneas. Seguire al pendiente de tus artículos. Tigrillo
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