Danza del Maíz
DANZA DEL MAÍZ
Por Ignacio García
(Texto de presentación a la muestra pictórica de Raúl Guerrero en Las Atarazanas del IVEC)
Cuando en el Popol Vuh, se les dice a los adivinos, intercesores de la creación del hombre:
Por Ignacio García
(Texto de presentación a la muestra pictórica de Raúl Guerrero en Las Atarazanas del IVEC)
Cuando en el Popol Vuh, se les dice a los adivinos, intercesores de la creación del hombre:
Echad la suerte con vuestros granos de maíz y de tzité. Hágase así y se sabrá y resultará si labraremos o tallaremos su boca y sus ojos en madera...
estos hombres jamás imaginaron que algún día este fruto precioso de la tierra sería alterado mediante la introducción artificial de características biológicas nuevas provenientes de otras especies de plantas--animales o bacterias-- para adquirir capacidades inusitadas, como la resistencia al uso de herbicidas, capacidad de la propia planta para matar insectos que la atacan; o bien, que sus semillas pudieran reproducirse sólo mediante la intervención de candados químicos. Y que todas estas alteraciones en el maíz, provocarían propiedades indeseadas, sea para los consumidores (como el surgimiento de alergias o la resistencia a antibióticos), sea para la relación de estos organismos con otras especies de su medio ambiente (causando la muerte de insectos no deseados o el envenenamiento por polinización de otras especies nativas de maíz).
Ante tan artera y furtiva intrusión de la moderna biotecnología en los procesos naturales de la creación, Raúl Guerrero D. levanta la voz a través de su arte: un lenguaje vivo, explosivo y mentalmente devastador para quien lo mira.
En un dístico admirable del poeta Álvaro Mutis, se dice:
Como espadas en desorden / la luz recorre los campos
Referencia perfecta para situar en su contexto adecuado esta Danza del Maíz que hoy se nos presenta. Porque concebir la obra de Raúl Guerrero D. a través de lugares obvios y traducciones comunes, privaría al espectador de ser sacudido, no por la emoción sino por la percepción cósmica que cada uno lleva dentro. Buscarle formas y contenido y significados a lo que la mente traduce como luz, instante, fusión y aparición súbita, equivale a retirarnos antes de ser fulminados por la ley del asombro.
El arte de Raúl Guerrero D. seduce, no por lo que se mira, sino por lo que se intuye y percibe desde los bordes de una imaginación inflamada por el movimiento y la luz; y esto como un contrario, una propuesta natural, un acto reflexivo que busca imponer el combustible natural de la vida al arte Monsanto de la manipulación genética.
La Danza del Maíz de Guerrero es una que imagina la vida, no fuera de ella, sino dentro y de forma estrepitosa: Una trazo subversivo cuyo canto reza: “Si el suicidio es matarse, yo mejor me quito la muerte”. O quizá, como el testimonio de este hermoso poema que Basho levanta en vilo y dice:
Referencia perfecta para situar en su contexto adecuado esta Danza del Maíz que hoy se nos presenta. Porque concebir la obra de Raúl Guerrero D. a través de lugares obvios y traducciones comunes, privaría al espectador de ser sacudido, no por la emoción sino por la percepción cósmica que cada uno lleva dentro. Buscarle formas y contenido y significados a lo que la mente traduce como luz, instante, fusión y aparición súbita, equivale a retirarnos antes de ser fulminados por la ley del asombro.
El arte de Raúl Guerrero D. seduce, no por lo que se mira, sino por lo que se intuye y percibe desde los bordes de una imaginación inflamada por el movimiento y la luz; y esto como un contrario, una propuesta natural, un acto reflexivo que busca imponer el combustible natural de la vida al arte Monsanto de la manipulación genética.
La Danza del Maíz de Guerrero es una que imagina la vida, no fuera de ella, sino dentro y de forma estrepitosa: Una trazo subversivo cuyo canto reza: “Si el suicidio es matarse, yo mejor me quito la muerte”. O quizá, como el testimonio de este hermoso poema que Basho levanta en vilo y dice:
Como recuerdo / a una amapola / deja sus alas la mariposa
A fin de cuentas, cada espectador habrá de tomar su tiempo y su lugar, su ángulo y domo preferido, para ser partícipe de esta Danza: observar el desorden de las espadas, el abrazo de los colores, el curso del viento y el éxtasis de una música secreta: Elementos todos ellos posibles gracias a un artista cuya frontera entre lo real e inasible es una cicatriz de luz que electriza nuestros sentidos.
Septiembre de 2006
(Visite el sitio de Raúl Guerrero D. en http://guerreroveracruz.tripod.com)
A fin de cuentas, cada espectador habrá de tomar su tiempo y su lugar, su ángulo y domo preferido, para ser partícipe de esta Danza: observar el desorden de las espadas, el abrazo de los colores, el curso del viento y el éxtasis de una música secreta: Elementos todos ellos posibles gracias a un artista cuya frontera entre lo real e inasible es una cicatriz de luz que electriza nuestros sentidos.
Septiembre de 2006
(Visite el sitio de Raúl Guerrero D. en http://guerreroveracruz.tripod.com)
1 Comments:
esta danza es muy hueca jajajaja hijos de putaaaaa. pinches indios...
Publicar un comentario
<< Home