Un poema de Enrique Patricio

Hugo Argüelles

El poeta veracruzano Enrique Patricio, ha escrito un poema titulado In Memoriam, con motivo del homenaje al dramaturgo (también veracruzano) Hugo Argüelles, el pasado noviembre de 2004, en la ciudad de Veracruz, México. En este poema se entrecruzan, a la manera de T. S. Eliot, el texto dramático, la prosa poética, la poesía misma, así como el esbozo de ensayo que naturalmente sorprende y asombra. Goce el lector de este magnífico trabajo.

IN MEMORIAM
a Hugo Argüelles


"es la entraña del tiempo aquí no hay nada
un manantial de tiempo sin historia
un limbo temporal una memoria
vaciada que sueña que recuerda"

Tomás Segovia
Anagnórisis


LA VOZ: Me reinvento
día a día, como el mar.

LA OLA: Sólo eres el estruendo
rumoroso de la marejada.

Un majestuoso coro
de coral púrpura
recepciona y magnifica:

Los peces están de luto.


La ola cenicienta
implacable
todo lo dispersa
y sigue su marcha
fúnebre impecable.

La sonora fuente cristalina
-la voz-
ora se aparta de aquélla
y se precipita hondamente
profunda
en la sima silente.

Algo (¿o alguien?)
reposa lentamente
en el lecho marino.

Cálida asistió
la corriente del Golfo
al añoso acuario
para depositar en remolino
cual ofrenda, una bitácora
en un sentido homenaje
a tu último libreto
recientemente abierto
en el Leteo:
"Obituario desojado".

Más, de súbito
un eco distante
fluye submarino
abarcante, más allá
de la oscura humedad:
..."Me reinvento
...como el mar."

(Uno lo es todo
desde el primer acto
hasta el último
en el Gran Teatro del mundo).

Náufraga es la curiosidad
-último nivel de flotación
que evitará nuestro hundimiento-
necesaria vía
para quien navega en un escenario
a la deriva sobre endebles tablitas:
¿cultivarás acaso ahora
preciadas estrellas de mar
montado en un hipocampo
y representarás
¿Qué es la muerte?
u Otra vida, la misma?
Obras marinas
suponemos
ya tan tuyas
y puestas en plancton
con microscópicos personajes
infrasuperbacterianos
nadando "de a muertito".
Sólo tú lo puedes
Bien lo sabemos.

Aunque, pudiera ser,
y todo obre
en "esta otra vida".
Quizá todo incida
de nueva cuenta,
con un simple bocado
de un rico pescado
-a la veracruzana-
nutrido de tu nada
parroquial ceniza.

Y así, otra vez
¿o la misma vez?
-menos la que ya no fue-
todo recomenzará.
O sea, sal y agua
agua y sal
todo permanecerá,
continuará,
al parecer
como si nada.

Igual, como si fuera
una ola, una voz...
-el mar y su rumor-
embatiendo sordamente
y enyodando
la cabeza de playa nuestra
ahogada en el recuerdo
y, en un instante,
hollada por un Norte.

Sin embargo, todo
pese a lo que se diga
(tú oceánicamente incluido en Todo)
todo idéntico a sí
seguirá en "este mundo"
lo mismo ayer
hoy que mañana.


Enrique Patricio

Veracruz, Ver., Noviembre de 2004
(Los Fieles Difuntos)
Funeral en el mar